Lalín tendrá este año sus fiestas patronales “escagalladas, en expresión del alcalde, José Crespo. “Estamos diseñando y concretando una programación para el mes de septiembre, a lo mejor incluso para la última semana de agosto”, declara. La idea es poder organizar “algo de lo que nos queda por hacer de la 53ª edición de la Feira do Cocido con las fiestas de Lalín”, precisa.

Pretende instalar una carpa en el Campo da Feira Vello que sirva como centro para organizar actividades en torno a la cita gastronómica. “Porque yo me niego a que no haya 53ª Feira do Cocido por la pandemia”, proclama el regidor local, que insiste en que quiere “hacer algunos actos”, siempre que las circunstancias sanitarias lo permitan. “Lo que queremos es cumplir estrictamente la norma que esté en vigor” y, en ese sentido, “parece que la mascarilla se podrá quitar en espacios al aire libre en verano”.

“Nuestro objetivo es aprovechar el final del verano para traer gente a Lalín. Yo creo que son unas fechas en las que, presumiblemente, ya se podrán realizar acciones públicas con menos restricciones”, manifestó Crespo ayer en una radio local. “Con eso estamos jugando. Las fiestas no podrán ser como eran habitualmente, pero algo podremos hacer”, confía. “Estamos trabajando para diseñar un programa que tenga que ver con lo que nos queda por hacer del Cocido y con las fiestas”.

La premisa con la que trabajan las concejalías de Cultura y de Fiestas pasa por hacer actuaciones en distintos puntos de la localidad para evitar las concentraciones en un mismo sitio. “Distribuir a la gente por distintos puntos de Lalín es lo que estabamos barajando actualmente”, corrobora el mandatario. En sus propias palabras, se trata de que “podamos tener un programa escagallado y que valga un poco para saber que estamos de fiesta, pero al mismo tiempo que no es una fiesta normal y que hay que cumplir una serie de restricciones”.

Las actividades se desarrollarían en las semanas de finales de agosto y en septiembre, Los festivos locales de Lalín están fijados este año para los días 20 y 21 de septiembre, coincidiendo con el lunes y el martes de la tradicional celebración patronal de la Virxe das Dores.

“Yo no vivo de tomar cafés”, replica a Cuiña

“Yo no vivo de tomar cafés”, replica Crespo al coordinador de Compromiso por Lalín, Rafael Cuiña. “Entiendo que estoy en la calle lo suficiente. ¿Me gustaría estar más? Sí, sin duda y voy a esforzarme por intentar estar más. Ahora bien, en la calle no se resuelven los asuntos como en el despacho. Si estoy constantemente en las cafeterías o tomando vinos no resuelvo los asuntos del Concello”, contesta a las críticas de su predecesor, cuyo balance tilda de “nefasto”. “Si no fuera así, la gente de Lalín lo dejaría seguir siendo alcalde. Si lo mandaron para casa, será por algo”, sentencia.

El alcalde dice que Cuiña tiene “tres o cuatro mantras que repite constantemente a ver si calan”, como las contrataciones a “empresas que él dice que son afines”. Asegura que “básicamente” se refiere a dos, a las que “aún le daba más él que nosotros”. Pone como ejemplo una firma de carpas: “Solo hay una y ellos le facturaban más”, alega.

Crespo niega que haya “malas relaciones” dentro de su gobierno. “Las había en su época que, cuando llevaba dos años de gobierno, le marcharon dos concejales: Katia Procino y Juan José Cruz”, recuerda, al tiempo que acusa a Cuiña de querer “sembrar insidias”. “Justo de lo que nos critican es de lo que carecían ellos”, opina. “Pasamos dos años sembrando y ahora es cuando se van a ver los frutos. En todo caso, el balance de los cuatro años lo harán los vecinos”, concluye.

Primeras visitas de 'Coñece o teu concello'

Por otro lado, el programa turístico educativo municipal Coñece o teu concello arrancó el miércoles con la visita del alumnado de la escuela unitaria de Donramiro al Pazo de Liñares. Además de conocer las características más destacables del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), pudieron disfrutar de las diversas exposiciones que allí se encuentran, como la del Museo Galego da Marioneta. También ejercieron de detectives, debiendo localizar durante su recorrido diversas imágenes y objetos presentes en el edificio.