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Vecinos de Otero Pedrayo denuncian daños en su edificio por filtraciones de otro deshabitado

Temen que la estructura del inmueble se resienta por la permanente entrada de agua y barro a los garajes | La situación fue comunicada hace más de un mes por burofax a la Sareb, que todavía no les ha respondido

Ángel Fernández, presidente de la comunidad, muestra una zona de los garajes. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Los vecinos de un edificio de la calle Otero Pedrayo de Lalín se muestran totalmente indefensos ante los problemas de filtraciones de agua y barro que, por ahora, llegan a los garajes, pero que temen acaben afectando seriamente a la estructura del inmueble. Las filtraciones proceden de otra construcción deshabitada compuesta por una decena de viviendas cuya propiedad mayoritaria recaería en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), a donde pasarían tras la quiebra de la promotora.

Harta de esta situación, la comunidad de propietarios del Edificio Rosario recurrió a los servicios de un abogado que, el pasado día 23 de abril remitió un burofax a la Sareb en el que detalló los acontecimientos. Transcurrido más de un mes, todavía no han obtenido respuesta alguna.

Según los afectados, el inmueble abandonado presentaba problemas debido a la aparición de un manantial en el subsuelo ya durante la fase constructiva. Es algo que, según comentan expertos, relativamente habitual en zonas, también en Lalín, atravesadas por acuíferos que se soluciona mediante la instalación de bombas de achique con un funcionamiento permanente. En este caso así se hizo durante un tiempo hasta, según el testimonio de Ángel Fernández –presidente de la comunidad de vecinos– la empresa que asumía el mantenimiento de estos mecanismos dejó de prestarlo porque nadie asumía sus servicios. A consecuencia de ello, comentan los afectados, en los bajos del inmueble vacío comenzó a acumularse gran cantidad de agua, hasta el punto que alcanzaba los tres o cuatro metros de alto.

Maleza en un espacio entre ambas edificaciones. // Bernabé/Javier Lalín

El edificio está deshabitado porque, como aconteció con otras promociones de inmobiliarias quebradas, no fue rematado. Hace unos siete meses las bombas dejaron de funcionar y el edificio lindante comenzó a recibir el agua que ya no se evacua. “Las filtraciones de agua y barro hacia los garajes de nuestro edificio son ostensibles y muy visibles, ocasionando un reblandecimiento del terreno del sótano donde se encuentran los garajes y los cimientos del mismo”, indica Fernández, quien además asegura que las grietas ya comienzan a asomar en el inmueble. Por eso urgen la intervención de la entidad también conocida como banco malo para atajar unas deficiencias que, los vecinos, dicen, en caso de que no se solventen cuanto antes, pueden ir a mayores y “poner en riesgo a las personas que lo habitamos”.

Protección Civil

En el burofax, sin respuesta, se daba un plazo de diez días a la Sareb para atender esta solicitud previo paso a la interposición de una demanda judicial. “Nuestro nivel de preocupación es muy grande”, apuntan los afectados. Y recuerdan que en varias ocasiones efectivos de Protección Civil de Lalín intervino en su inmueble para achicar el agua. El Concello también estaría al tanto de esta problemática entre la comunidad de propietarios y la Sareb. En el linde con el bloque sin rematar se acumula gran cantidad de maleza y otros materiales fruto del estado de abandono que presenta esta edificación.

El bloque se encuentra en el número 12 de la calle Otero Pedrayo de la capital dezana, está compuesto por una quincena de viviendas, y habitado por unas 45 personas.

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