El PSOE aprobó ayer en solitario en pleno la adjudicación definitiva a la empresa Narom de las obras de mejora de la movilidad peatonal en la calle Progreso. Acometerá estos trabajos por 525.000 euros. El PP y el Bloque se abstuvieron.

En este sentido, el pleno abordó un suplemento de crédito para acometer inversiones en un parking en esta calle, así como para reponer el cableado robado en la segunda fase del polígono y cambiar los contadores (con una inversión de 15.000 euros) para un proyecto de recambio de luminarias. Sobre esa zona de aparcamiento en Progreso, es preciso realizar la demolición de una nave, para lo que hay que disponer de un proyecto que cuesta unos 25.000 euros. El convenio recogerá cuánto tiempo se precisa para amortizar esa cuantía (que calcularán los técnicos), de modo que si los dueños desean recuperar la parcela antes del tiempo en que quede esa inversión amortizada, para venderla deberán pagar la parte que falta.

Reordenar el tráfico

Desde el PP no es razonable que hayan pasado ya tres meses y aún no haya cerrado un convenio para aparcamiento, mientas el BNG insiste en que se tenga en cuenta la opinión de los vecinos para reordenar el tráfico. Los populares pedían agilizar los plazos, y de ahí que el gobierno llevase a pleno la delegación de competencias de este órgano en la junta de gobierno local.

Y aquí se agudizaron las críticas: el portavoz popular, Ignacio Maril aseguró que esta decisión evidenciaba “ el carácter del gobierno y del alcalde, es una forma de sustraer competencias y una falta de transparencia. Es una involución democrática en toda regla”. Su compañera del BNG, Tania Cornado, apostilló que “tienen cinco dedicaciones y todo son retrasos. Esta es una medida legal, pero no ética” y recordó, una vez más, que los horarios de los plenos continúan sin consensuarse y que tampoco se facilitan dispositivos electrónicos a los concejales de la corporación para facilitarles su labor política. Los dos partidos votaron en contra de esta decisión.

Ayudas a la hostelería

Sí salieron adelante las bases para las ayudas a los locales de hostelería afectados por la pandemia sanitaria. En un pleno anterior había quedado aprobada la modificación de crédito necesaria para acometer estas ayudas. El Concello aportará, en total, 60.000 euros, mientras que la Diputación asigna 25.000. Son ayudas de 1.200 euros por cada negocio. Aunque votaron a favor, el PP considera que las bases carecen de cuestiones como distinguir entre cafeterías y restaurantes, mientras el BNG echa en falta una línea similar para otros sectores como el comercio.

El respaldo también fue unánime para la transferencia de cambio de destino de 600.000 euros, que en principio estaban asignados al futuro consistorio pero que se invertirán en pistas del rural. El alcalde, Manuel Cuiña, recordó que el gobierno socialista ha sido desde 2007 el que más invirtió en la puesta a punto de caminos rurales, y confía en que los plazos permitan ejecutar los trabajos este mismo año. De nuevo, el PSOE volvió a quedarse solo a la hora de votar el suplemento de 100.000 euros para el servicio de gestión de residuos, puesto que ahora comprende compostaje, la gestión del punto limpio y retirada de cartón así como de plástico agrícola.

Renuncia de Klaus Brey

Ya en el apartado de mociones, salió adelante una del BNG sobre los peajes en autovías, pero la mayoría del PSOE frenó otra de estar partido en que pedía un convenio con la Sareb para disponer de una bolsas de viviendas a precios asequibles. El Concello ya dispone de cinco viviendas conveniadas, ya habitadas, y está negociando otras seis. Quedó rechazada, también, la moción del PP para que el gobierno estatal anule la subida de varios impuestos.

El pleno votó la renuncia de Klaus Brey como edil. Brey no pudo asistir a la sesión. Cuiña agradeció sus diez años de trabajo, Maril dijo que su trayectoria “estaba ahí para valorar” y Cornado agradeció su amabilidad.