Agentes de la Policía Local de Lalín desalojaron en la madrugada del pasado sábado a los participantes en una fiesta ilegal que se estaba celebrando en un bajo de la rúa Areal. Según informa este cuerpo, el incidente tuvo lugar en torno a las 1.15 horas y los policías personados procedieron a cursas sendas denuncias a cada uno de ellos tanto por carecer de mascarilla como por superar el número de 4 personas no convivientes que señalan las actuales medidas sanitarias.

Por otro lado, uno de los presentes en esta celebración ilegal también fue el protagonista de un incidente posterior en la rúa Penatoares de la localidad. Se trata de un vecino de Silleda que causó daños en una señal vertical de la zona. Los agentes de la Policía Local de Lalín le practicaron la prueba de alcoholemia y comprobaron que superaba el límite permitido (marcó 0,41 mg/l). Además, también se le sancionó por abandono de lugar, tal y como informan desde el Concello.

En otro orden de cosas, el alcalde de Lalín, José Crespo, anunciaba ayer que la habitual reunión del Comité Clínico de la Xunta de los martes se traslada al día de hoy debido al carácter festivo del Día das Letras Galegas. El regidor municipal agradece la labor del Servicio de Medicina Preventiva “porque en Lalín íbamos realmente mal con la pandemia y actuó con una rapidez inusitada, realizando un control de los brotes de una manera magistral y al final logró frenarlos a tiempo para que no se llegara a números preocupantes, aunque pasamos de 150 como todo el mundo sabe”. Crespo quiso hacer también un llamamiento a “aquellas personas que se sientan algo mal, que llamen a su médico para que les hagan la prueba, por favor. En estos momentos hacen las pruebas sin muchos requisitos y si alguien tiene algo de fiebre o se sienta mal, por favor que se hagan la prueba. Si se hiciera así en todos estos casos, no tendríamos ahora este problema”, añadió.

Crespo recuerda que “nosotros en números absolutos estamos igual que ayer (por el lunes) pero al tener esta incidencia acumulado algo pasó. Algo que ahora mismo no le puedo decir a los vecinos porque no lo sé. A ver si mañana tenemos suerte y podemos bajar al nivel básico, pero si continúa como el del lunes para hoy (por ayer) no va a ser posible”.

La preocupación del primer edil está relacionada con el aumento de la incidencia acumulada que, en solo 24 horas, pasó (a 14 días) de 94 casos por cada 100.000 habitantes a 134. La que analiza la incidencia a siete días estaba el lunes en 15 y ayer había ascendido a 40. No obstante, el número de casos activos se mantiene por segundo día consecutivo en 22. El pasado domingo había uno menos, pero sin ir más lejos el jueves 13 eran hasta 33.

Poco a poco el escenario de la pandemia sanitaria en Cerdedo-Cotobade cobra visos de mejora y la localidad de Montes recortaba en el día de ayer un caso activo, quedándose en 11, frente, por ejemplo, a los 17 del sábado. Su incidencia a 14 días es superior a 150 e igual o menor a 250. En Silleda son una docena los contagiados y muestra una incidencia de entre 50 y 150 casos por cada 100.000 vecinos. No trascendieron datos sobre la evolución de la pandemia en A Estrada, que anteayer tenía un solo caso activo.

Cementerios con enterrador y vigilante

José Crespo desveló, también ayer, que se está preparando “para contratar el proyecto de cementerio de A Romea”. Según el regidor local, “la idea que tenemos para el cementerio es un proyecto transformador e ilusionante”. En este sentido, considera que cuando se dé a conocer “la idea real le va a gustar a los vecinos. Como es novedoso, al principio puede ser que haya alguna reticencia pero nosotros queremos salvar el arbolado que se pueda y cortar sólo lo imprescindible”. José Crespo apuesta por un cementerio “integrado en el ambiente y en el paisaje, acorde con los tiempos actuales.” Mención especial merece la creación de la figura del enterrador de la que carece Lalín. Al respecto, Crespo asegura que “todas las ciudades importantes tienen un enterrador en plantilla. En Lalín no lo tenemos. Por lo tanto, hay que crear la figura, que aunque suena mal está en el nomenclátor”. Se trata de encontrar a una persona que “se encargue de abrir y cerrar el cementerio, de hacer los enterramientos y que se preocupe de cuidar los jardines. Esto irá emparejado que se contrate una persona para hacer las labores de vigilancia, enterramiento y mantenimiento. Lo idea es que fueran dos personas pero si tiene que ser uno el que controle, será”. De todas formas, el alcalde de Lalín indica que “el cementerio de Lalín cuando se amplíe tendrá un enterrador-vigilante pero en las parroquias es imposible. Además, no se podría legalmente porque esos cementerios son propiedad de la parroquia o del obispado”. Y llama a la responsabilidad colectiva para evitar pequeños hurtos en los camposantos del municipio “porque se acaban siempre sabiendo”.