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Un terremoto al mes

Mecanismos de la instalación sismográfica que funciona en Agolada desde 2010. | // IGN

La Tierra tiembla más de lo que pueda parecer, aunque se trata de movimientos sísmicos en muchas ocasiones apenas perceptibles para las personas y solo quedan registrados en la tecnología de las estaciones que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) tiene repartidas por España; una de ellas en Agolada. Hay zonas con una mayor predisposición a la agitación de las placas tectónicas por rozamiento, aunque Deza y Tabeirós-Montes la superficie terrestre también se mueve.

Durante el año pasado lo hizo en una docena de ocasiones, cuatro de ellas en Silleda. En Rodeiro, Forcarei y Cerdedo-Cotobade hubo dos terremotos en cada caso; uno en A Estrada, y otro en Vila de Cruces. Es un balance superior al de 2019, cuando el IGN constató cuatro, localizados en Silleda, Rodeiro, Lalín y Dozón. Ahora estos dos últimos municipios son los únicos de la zona ajenos a la actividad sísmica. En Trasdeza se tiene constancia de, como habíamos dicho, cuatro seísmos. Dos coincidieron el 7 de junio (a las 17:17 y 19:01 horas) con intensidades de 2,3 y 2 en la escala de Richter. Los otros dos se produjeron de madrugada el 29 de septiembre y el 6 de octubre, con intensidades de 1,6 y 1,8. En Rodeiro hubo dos. Uno el 8 de mayo pasado a las 22:09 horas (2,2 en la citada escala logarítmica) y otro a las 16:29 horas del 26 de septiembre (2 grados). Ninguno de los terremotos registrados el año pasado en las comarcas superó los 2,3. Los dos de Forcarei –13 de agosto y 24 de diciembre– fueron de intensidad 1,4 y 1,5 y de 1,6 el que sufrió Vila de Cruces a las siete de la tarde del 27 de mayo. El 19 de abril la tierra tembló en A Estrada a las 9:24 horas y el seísmo fue de 1,2 grados. En Cerdedo-Cotobade hubo actividad sísmica dos veces: el 7 de marzo (2 grados en la escala de Richter) y el 11 de julio (1,8).

El epicentro del terremoto del miércoles se localizó en el lugar de Sachocos, en la parroquia trasdezana de Negreiros. | // IGN

El movimiento de la tierra tuvo especial incidencia en los últimos días, con sendos terremotos en Agolada y Silleda. En la primera de estas dos localidades dezanas se produjo este lunes a las 21:07 horas y con 2 grados de intensidad. El más reciente fue detectado por una estación estatal dos días después con epicentro en la aldea de Sachocos, en la parroquia trasdezana de Negreiros, con una magnitud de 1,8. Realmente hubo varios episodios apenas perceptibles entre las 19:21 horas y que duraron menos de un minuto –el cuarto y último marcó las siete de la tarde, 21 minutos y 54 segundos.

El primero del presente año se localizó en A Estrada el 31 de enero pasadas las tres de la madrugada y tuvo una magnitud de 2,1. El 25 de febrero la tierra tembló en Rodeiro a las nueve de la noche (1,9) y el 11 de abril a las 21:51 lo hizo en Forcarei con un seísmo de magnitud 1,8.

El seísmo de Triacastela en 1977

El 22 de mayo de 1977 se vivió en efecto el miedo en Galicia. Un seísmo de magnitud 5,1 se erigió como el mayor de la comunidad para azotar por completo Triacastela, en Lugo, epicentro del triángulo sísmico gallego. Dejó leves daños materiales, la caída de una casa en construcción en Becerreá y la de una fachada, principalmente, pero también se cobró la vida de un hombre de 40 años natural de Sarria. La víctima murió debido a un infarto de miocardio en medio de un descampado al que había acudido con otros vecinos para librarse de las posibles consecuencias del anunciado terremoto.

Acelerógrafo en Lalín y estación en Agolada

En el término municipal de Agolada opera una de la estaciones de medición sísmica que el Estado tiene en la comunidad gallega. Fue puesta en marcha en marzo de 2010 y su equipamiento está compuesto por un sismómetro de banda ancha, un digitalizador de tres canales (24 bits), transceptor VSAT, receptor de tiempo GPS, unidad de gestión de comunicaciones, antena de transmisión VSAT, paneles solares para un consumo de 30 watios de la propia estación, baterías para el funcionamiento durante siete días y un sensor ubicado en una cueva. Las otras que el IGN tiene operativas están emplazadas en Santiago de Compostela, Mazaricos, Lobios, A Pontenova y en la parroquia viguesa de Zamáns. En la localidad ourensana de Laza la tierra se agitó una decena de veces entre el jueves y el viernes. El terremoto más importante alcanzó los 3,4 grados a las nueve y media de la noche de anteayer. Además de estos dispositivos, hay municipios gallegos que disponen, en casos en dependencias municipales, de aparatos denominados acelerógrafos. Estos instrumentos registran la aceleración sísmica, velocidad y desplazamiento del suelo e intensidad espectral. Lalín cuenta con uno y los demás, según la información ofrecida por el Instituto Geográfico Nacional, están en: Lugo, Ourense, Pontevedra, Santiago de Compostela, Vigo, Tui, Sarria y Becerreá.

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