Esta primavera está siendo un auténtico agosto para las vacas en la Central Agropecuaria de Galicia. Es lo que se desprende del precio medio del vacuno mayor registrado en las últimas ocho subastas, todos ellos por encima de los 1.000 euros, con récord absoluto (1.190,41) en la celebrada el 27 de abril. Hay que remontarse al 9 de marzo para encontrar un promedio inferior al millar (976,13) y justo un mes antes se dio el mínimo anual (786,05). La media ayer fue de 1.094,27 euros.
Esta elevada cotización se debe, en gran medida, a la calidad de algunos animales, que hace subir el promedio general. Ejemplo de ello fue una vaca que alcanzó los 3.112 euros en la subasta de ayer –precio sin IVA–. Se trata de un ejemplar de seis años, cruce de parda alpina con rubio gallego, procedente de San Amaro (Ourense) y criada a base de pasto natural, silo casero y un complemento de harina de maíz y salvado de trigo, “que les va muy bien para el estómago”, apunta José Manuel Cabo Álvarez. Este ganadero, asiduo de la lonja de Silleda, ya sabe lo que es vender una vaca por 2.300 o 2.800 euros, pero nunca antes había rebasado los 3.000 euros. Y pudo ser mucho más, si hubiese aguardado. “Le pusieron pegas a por joven, si tuviera unos años más valdría el doble”, afirma. Pero la vendió porque “no quedaba preñada”. La veterinaria que la atendía, que le estima un peso aproximado de 650 kilos, afirma que “está muy engrasada a nivel de chuletero y costillar”.
La Central sufrió ayer un bajón de afluencia, con 769 cabezas de ganado bovino, de las que se comercializaron 735 por un global de 377.944 euros. Curiosamente, la única cotización que se resintió fue la del vacuno mayor, pues la recría aumentó en 8,22 euros, hasta 207,58, y los terneros carniceros ganaron 44,89 y promediaron 845,09.
