El alcalde de Lalín, José Crespo, garantizó ayer el apoyo de su gobierno a las reivindicaciones del comité de empresa del Colegio Scientia Lalín (antiguo Sagrado Corazón do Deza). El regidor municipal también se comprometió a solicitar una entrevista con los representantes de la propiedad del centro para conocer de primera mano la polémica surgida por los despidos de ocho empleados, dejando claro que su margen de maniobra se circunscribe al hecho de que se trata de una empresa privada. El mandatario mantuvo una reunión de una hora y media de duración con los representantes de la CIG-Ensino del centro en compañía de la concejala de Educación, Cultura e Igualdade, Begoña Blanco.
Por su parte, Luz Fernández Blanco, de la CIG-Ensino, aprovechó la reunión de ayer para desvelar que “debemos recordar que Scientia School mantiene a día de hoy a varias trabajadoras y trabajadores en Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) no sólo en el centro de trabajo de Lalín, sino también en otros de los seis que posee ahora mismo en el territorio español, nominalmente en el País Vasco y la Comunidad de Madrid”. Fernández añade que “teniendo en cuenta de que el colegio de Lalín se sostiene parcialmente con fondos públicos, solicitamos a José Crespo que medie en la solicitud de una reunión con la Consellería de Educación y la CIG-Ensino con la intención de hacerle saber a Román Rodríguez la situación del centro y las posibles irregularidades que la empresa está cometiendo en él. De confirmarse las sospechas, la consellería debería de actuar de oficio y, además de obligar y rectificar, sancionar a la empresa según proceda”.
Por otro lado, según los representantes de los trabajadores del Scientia Lalín, el alcalde Crespo “se compromete a solicitar una reunión con la Consellería de Educación, así como otra con la empresa a fin de que dé explicaciones de lo que está haciendo en Lalín por considerar al igual que las trabajadoras del centro totalmente injustificados los despidos”. En este sentido, los sindicalistas recuerdan que las entrevistas con los distintos partidos responden “al interés de la CIG de dar a conocer la injusticia que se está llevando a cabo con las compañeras despedidas después de que la empresa optara a la compra del colegio por ganar la subasta en la que precisamente el elemento diferenciador fue el mantenimiento de todos los puestos de trabajo”.
