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La crisis dispara las quejas por tarjetas y créditos rápidos frente al ahogo económico

La pandemia hizo crecer el número de reclamaciones de consumidores recibidas por la oficina de A Estrada | El servicio formalizó 100 quejas en 2020, con 300 consultas

La Oficina de Consumo de A Estrada registró unas 300 consultas en 2020. | //BERNABÉ/CRIS M.V.

A perro flaco, todo son pulgas. En una situación económica complicada derivada de la incertidumbre y la parálisis generada por la pandemia, muchas familias de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes están pasando una situación desesperada. Muchos han tenido que recurrir a entidades en busca de ayuda –caso de las prestaciones municipales de alimentos, Cáritas o Cruz Roja, por ejemplo– pero también hay familias que, para salir de una situación desesperada, recurren a créditos rápidos o las llamadas tarjetas revolving, encontrándose después con unos intereses excesivos que terminan engordando su deuda hasta que se convierte en un auténtico agujero negro.

La responsable de la Oficina de Consumo de A Estrada, Kim Llobet, explicó que en este servicio están apreciando un incremento muy importante de consultas de “mucha gente que lo está pasando mal y está recurriendo a soluciones rápidas”. Indican que algunas de las tarjetas revolving por las que se han realizado consultas llegaron a tener “un 27% de interés”, algo que excede los límites admisibles. “La gente ya busca empresas que le pueda negociar la tarjeta con entidades bancarias”, expone Llobet, que asume la desesperación que pueden sentir quienes se ven abocados a buscar dinero de manera rápida después de haberse quedado sin empleo o sin poder llegar a fin de mes cuando los ERTE no son suficientes o no llegan cuando tienen que hacerlo. “A veces, por mucho que quieras economizar, la situación es la que es”, comprende.

Y subiendo

“En 2020 sobre este tema pudimos tener unas 25 o 30 consultas y en lo que va de año ya llevamos diez, pero esto va en alza”, explicó Kim Llobet. Indicó que esta situación lleva a que desde el Instituto Galego de Consumo se estén ofreciendo charlas sobre el endeudamiento dirigidas a familias. La oficina de A Estrada está barajando ya su organización y invita a que contacten con esta entidad las asociaciones que puedan estar interesadas en ponencias sobre esta temática, sobre compras por internet o sobre factura eléctrica.

Lejos de decaer, las quejas de los consumidores se han visto incrementadas en la pandemia, aun con las oficinas cerradas al público. Hubo muchas consultas telefónicas y telemáticas. En punto de información estradense cerró a mediados de marzo y no abrió hasta junio. Aun así, en 2020 formalizó 100 reclamaciones y registró alrededor de 300 consultas. Aunque temas como las tarjetas, los créditos rápidos o las compras por internet ganan peso entre estas reclamaciones de los consumidores, las quejas continúan capitaneándolas los servicios de telefonía.

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