“No hay ninguna posibilidad de que salgan adelante los parques eólicos de Monte dos Porcallos y Val do Folgoso, porque habría que modificar la ley autonómica y luego volver a tramitarlos. Son, sencillamente, ilegales”. Así de claro se manifestó ayer el alcalde de Lalín, José Crespo, tras dar cuenta de la reunión que tuvo este viernes con la directora de Planificación Enerxética e Recursos Naturais de la Xunta, Paula Uría. Días antes, el regidor ya contactó con el conselleiro de Economía, Francisco Conde, para conocer la cifra de proyectos eólicos que afectaban a Lalín. Ahora, está pendiente de una reunión en el Ministerio para la Transición Ecológica, que tramita el megaparque puesto que supera los 50 MW de potencia, al sumar 112.
Uría le explicó al regidor que la Xunta emitirá un informe desfavorable para estos dos parques de Green Capital Development, similar al que emitió en su momento para otros tres proyectos de Greenalia en la comarca: Brisa, Céfiro y Galerna. Y el informe es desfavorable porque los cinco parques incumplen la normativa autonómica, a la que deben plegarse todos los eólicos, incluidos los tramitados ante Madrid. La Ley 8/2009, de 22 de diciembre, que regula el aprovechamiento eólico, y su modificación, la Ley 9/2021 de 25 de febrero, de apoyo a la reactivación económica de Galicia, marcan solo tres Áreas de Desarrollo Eólico (ADE) en Lalín: la Serra do Candán, el Monte Carrio y el límite con O Irixo, en Cruz da Grade y Carrofeito.
Pues bien, ya en junio del año pasado, la Xunta informó desfavorablemente el alcance de la evaluación de impacto ambiental de parque Brisa porque sus molinillos y la línea de evacuación están fuera de esas áreas de desarrollo. Y lo mismo le ocurrirá a Val do Folgoso, que coincide en enclaves con Brisa. Monte dos Porcallos, por su parte, tiene una estructura idéntica a Céfiro, que tampoco pasó la criba de la Xunta porque su poligonal estaba fuera de las áreas de desarrollo eólico y además se superponía con un área de la Red Natura 2000. Galerna, por entonces, también quedó evidenciado al tener seis molinillos y la poligonal fuera de la ADE limítrofe con O Irixo.
A 200 metros de viviendas
Para Crespo, hubo una falta de coordinación del ministerio con la Xunta. “Solo con que el ministerio contactase con la Xunta, ya habría evitado que los proyectos saliesen a exposición pública”. En vista de que son parques ilegales, la única opción sería repotenciar los ya existentes en zonas ADE y que sí respetan cuestiones como los 500 metros mínimos de distancia a la delimitación de núcleos rurales. Crespo, además, tendrá este lunes una reunión con Tysgal, una de las dos empresas contratadas para elaborar la alegación. Por de pronto, la firma ya detectó “18 puntos que no se sostienen en el Informe de Impacto Ambiental”.
González Casares trasladará la situación a Bruselas
Por otra parte, el eurodiputado lalinense Nicolás González Casares adelanta que si no se atienden las alegaciones de la corporación y la vecinanza contra el mega parque, elevará la cuestión al Parlamento Europeo. “No pueden meterse molinos a 200 metros de las casas”, recalcó. Remarcó el compromiso del gobierno estatal con una transición energética justa, “a diferencia de la Xunta, que tiene unas normas más laxas”.
Acto en Goiás
La plataforma de afectados por el mega parque organizó ayer en Goiás una charla con la abogada Ana Martina Varela. Explicó que este complejo eólico del Deza se asentará en una zona que carece de un estudio previo sobre su aptitud eólica. Alerta de que estas infraestructuras afectarán a manantiales, a la depreciación de los terrenos afectados y, también, a un turismo que tiene su fuerte en el Camino de Invierno y las rutas de senderismo.
El PSOE carga contra el silencio del Concello
Desde el inicio de la pandemia y hasta finales de año, el Concello de Lalín recibió cinco consultas de la Xunta y del Ministerio para la Transición Ecológica sobre otros tantos proyectos eólicos. No contestó a ninguna de estas consultas. Para el PSOE, este silencio demuestra que “Crespo tenía conocimiento sobre los proyectos eólicos con afección a nuestro término municipal y mantuvo un absoluto silencio hasta que la oposición vecinal y política le hizo posicionarse en contra”, La Dirección Xeral de Calidade e Cambio Climático de la Xunta solicitó el 28 de abril de 2020 un informe al Concello sobre el impacto ambiental del eólico de Rodeira, y el 24 de noviembre, sobre el eólico Monte do Carrio II. Por su parte, el citado ministerio realiza consultas el 22 de junio sobre el proyecto de Galerna y el de Brisa. Dos días después pregunta por el de Céfiro. Por eso, el PSOE reclama a Crespo explicaciones inmediatas sobre este silencio.
Un ICIO de 600.000 euros para el parque Cunca
Cunca es uno de los tres parques eólicos que afectan a Vila de Cruces (los otros dos son Axóuxere y Rodeira), y a finales del año pasado pudieron presentarse alegaciones a estos proyectos. La promotora, Capital Energy a través de su filial Green Capital Power, indica que invertirá 20 millones de euros en la infraestructura. La construcción de la misma generará 130 empleos, y tendrá un impacto en el canon eólico y los impuestos que cobra el municipio (IAE e IBI) de 154.000 euros. A esta cifra se añade el pago puntual de otro tributo, el ICIO, que asciende a 600.000 euros. Prevé producir la energías equivalente al consumo anual de más de 27.000 hogares gallegos.
Posicionamiento en Cruces
Desde el BNG de Vila de Cruces urge un posicionamiento de toda la corporación en contra de este boom eólico. No solo porque los tres parques mencionados evacuarán su energía en la REE de Silleda y hacia Portodemouros, sino porque también porque la red de evacuación también dará servicio a otros siete parques proyectados en Agolada y Rodeiro, a través e una nueva línea de conexión que afectará a Cruces. Falta por saber si el eólico de Mesada, modificado varias veces desde 2012, evacuará hacia Silleda o Portodemouros. A Portodemouros irá también otro de Agolada, el de Órrea.
Es decir, a Cruces le esperan cuatro nuevos parques eólicos y 4 líneas de alta tensión “que coserán nuestro municipio afectado directamente a más de la mitad de las parroquias”, explica el BNG. Y esto en un municipio que ya tuvo que enfrentarse a la línea de alta tensión de Redesa, al pantano de Portodemouros y a los saltos de Insua y Ollares. Precisamente, el BNG pide a Luis Taboada y a su antecesor, Jesús Otero, “que en vez de pretender colgarse medallas” que actúen contra los eólicos y de paso que tramiten un acuerdo municipal de comienzos de 2017, en el que se pedía el soterramiento de esa línea de Redesa a su paso por Merza, y que se crease una comisión de afectados para buscar una alternativa al paso de esta LAT, instalada hace 25 años.
