La escultura de metal de un peregrino instalada en la Praza da Constitución el pasado mes de septiembre y recientemente adquirida por el Concello de a Estrada fue retirada del lugar escogido para su instalación para que el autor, Manuel Lago, le dé un tratamiento antióxido, de tal manera que la pieza no deje huella en la blanca superficie sobre la que se asienta. Así lo confirmó ayer el alcalde, José López Campos, que aseguró la intención de volver a instalar la obra de arte en el mismo lugar en el que estaba.

La pieza se suma al patrimonio público por un precio de 3.000 euros y con una curiosa historia detrás. El hijo del escultor y unos amigos la retiraron del taller y la colocaron frente al consistorio con la intención de gastar una obra a Manuel Lago el Día de los Santos Inocentes. Sin embargo, la escultura se fue asentando y popularizando, hasta el punto de que el Concello decidió comprarla. De la suma recibida, el autor destinó 2.000 euros a los hosteleros.