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¿Es necesario el Día de la Liberación?

Políticos en activo y de anteriores corporaciones de Agolada ven populista e innecesaria la propuesta de Calvo | El alcalde anuncia una consulta popular para el festivo del 26-M

Lius Calvo, con el bastón de mando y el resto de la corporación, el día que tomo posesión como alcalde.//Bernabé/Ana Agra

El 1 de abril equivale en buena parte de Europa al 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. Por eso este jueves, cuando muchos lectores se tomaron a broma la noticia de que el alcalde de Agolada, Luis Calvo, valora instaurar como uno de los festivos locales el 26 de mayo, día en que ganó las elecciones en 2019.

“Cuando leí la noticia pensé que era la típica broma del 1 de abril”

Jesús Sánchez, en una foto de archivo de un pleno en Agolada.//Bernabé/Javier Lalín

Fue lo que le ocurrió a Jesús Sánchez Mosteiro, uno de los tres concejales de Veciños por Agolada en la corporación de 2015 a 2019. “Cuando lo leí pensé que era una broma. Confío en que cuando vea los comentarios en redes sociales, Calvo se lo replantee, porque es una tontería instaurar ese festivo”.

Jesús Sánchez solo estuvo cuatro años en la oposición, bastantes menos de los 14 que contabiliza Xosé Ramón Blanco, edil del BNG entre 1995 y 2009. Blanco coincidió, de esta forma, con varios mandatos de Manuel Costa Casares y el primero de Ramiro Varela, ambos del PP. Por eso, la proclamación del 26-M no es, para él, el Día de la Liberación. “Cuando yo me presenté a las elecciones, no vi necesaria esa liberación. Vale que había prácticas clientelares que ahora, con esta supuesta liberación, tampoco han desaparecido. El Concello no ha mudado en nada, porque la mayoría de las cuestiones que Luis Calvo llevaba en su programa electoral no las ha puesto en práctica”.

“Las prácticas clientelares no han mudado con Luis Calvo”

Xosé Ramón Blanco, exedil del BNG de Agolada.

Para Blanco, Agolada tiene ahora mismo otros problemas más importantes que mover un festivo, como cuestiones relacionadas con su desarrollo económico y social. Pero, si el debate sobre el festivo al final resulta ser tan necesario, propone otras fechas, “como el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGTB, o el 25-N, la jornada contra la violencia de género. Blanco termina asegurando que “en Agolada ni son necesarios guerracivilismos ni una post-colonización”.

“Dudo sobre si está facultado legalmente para decidir el festivo”

José Rivas, en una foto de archivo de un pleno.//Bernabé/Gutier

Desde 2015 BNG y PSOE no forman parte de la corporación política de Agolada. Desde las filas socialistas, quien fuera portavoz del partido, José Rivas, apunta que “democráticamente Luis Calvo sí podría cambiar el festivo, porque se deciden en pleno y él tiene mayoría, pero legalmente no sé si está facultado”. Coincide con el BNG en que el municipio tiene otros asuntos urgentes que resolver, y duda de que a los vecinos les preocupe en exceso que a partir del año que viene sea festivo o no el 26 de mayo. Apunta que, lejos de la dictadura que insinúa Calvo sobre los mandatos del PP, “cada uno de nosotros tenía nuestra opinión” en la esfera política, por eso le resulta excesivo que ese Día de la Liberación, como lo llama Calvo, “pueda llevarlo a una revolución de los claveles”.

“Conmemorar el día que se ganaron batallas es propio de otra época”

Carmen Seijas es portavoz del PP en la corporación actual.//Bernabé/Ana Agra

Este levantamiento militar en Portugal tuvo lugar el 25 de abril de 1974, para restaurar una democracia que había desaparecido 50 años atrás. Y hay casos similares de conmemoración de la liberación nacional en Bulgaria o en los Países Bajos. Pero también hay fechas que, tristemente, recuerdan a represiones políticas, como las que cita la portavoz del PP, Carmen Seijas. “Instaurar como días festivos la jornada en que se ganan batallas es una costumbre propia de otra época. Basta con pensar en el 11 de septiembre o en 18 de julio”. El primero hace referencia al golpe de Estado de Augusto Pinochet en Chile, en 1973. El segundo, corresponde al golpe de Estado que en España terminó con la Segunda República.

Seijas recalca que en Agolada “Hubo, y hay, elecciones cada cuatro años y el pueblo decide quién era más idóneo para gobernar. Aquí no se dio ningún tipo de dictadura”.

Mientras tanto, este jueves el regidor insistía en el profundo vuelco político de las elecciones de hace dos años y en la posibilidad de realizar un referéndum popular para que sean los vecinos y vecinas quienes decidan si hay que conmemorar el 26 de mayo o si, por contra, el municipio continúa honrando a sus patrones, San Pedro y San Pablo, el 29 y 30 de junio.

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