La temporada de pesca dio comienzo ayer en la mayor parte de los ríos de Galicia, con casi 36.919 aficionados con licencia en vigor. Esta finalizará el día 31 de julio, aunque se extenderá un mes más en la modalidad de capturas sin muerte en cotos con convenio de colaboración. Mientras, en algunas cabeceras de montaña y aguas salmoneras, como las del río Ulla a su paso por el Concello de A Estrada, la apertura se retrasará hasta el día 1 de mayo.

La Xunta de Galicia eligió A Estrada para la puesta de largo de esta temporada. En concreto, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, visitó en la mañana de ayer el coto de pesca de Rubín, un tramo de 7,2 kilómetros en el río Curantes gestionado por la Sociedad Deportiva Ulla. Estuvo acompañada en esta visita por el delegado de la Xunta en Pontevedra, Luis López, y el alcalde de A Estrada, José López Campos. Vázquez conoció el enclave pesquero estradense y pudo conversar con dos pescadores que se encontraban en la zona estrenando la temporada. Entre ambos llevaban en sus cestos cuatro truchas de más de veinte centímetros que mostraron a la conselleira.

En una jornada marcada por el fuerte viento norte, algo que dificulta la pesca en gran parte de los ríos de la zona, Vázquez presentó algunas de las novedades para la temporada que comenzaba. Recordó así que la Ley de pesca continental, que entró en vigor el pasado mes busca fomentar el relevo generacional del sector, por lo que exime del pago de la licencia a los menores de edad y los mayores de 65 años, una medida que ha estimado que beneficiará a unos 11.000 gallegos.

Además, ha apuntado que las licencias de estos colectivos verán ampliada su vigencia de modo automático durante un año. Para facilitar la aplicación de esta novedad, ha indicado que la Consellería ha trasladado una circular a los agentes medioambientales y el personal de los servicios provinciales que tramitan las licencias.

La conselleira ha puesto en valor la labor realizada por los pescadores para el cuidado de los ríos. También ha resaltado que la Federación Galega de Pesca y más de 60 sociedades han adquirido este año el compromiso de continuar sus convenios de colaboración.

“El comienzo del período hábil de pesca lo tomamos con alegría y con mucho entusiasmo, después de un año 2020 donde los pescadores tenían muy complicado salir. Por eso, yo hoy quiero rendirles un homenaje”, valoró en su visita.

Un pescador, ayer, en el río Asneiro. | // BERNABÉ

Las comarcas se entregan a la fiebre de la pesca

Los pescadores de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes vivieron ayer una jornada especial. Olvidado un año 2020 marcado por el retraso en el inicio de la temporada de pesca y las restricciones de movilidad, los pescadores han regresado a los ríos con renovadas ilusiones. Tras varios días en los que las tiendas de pesca recuperaron parte del negocio perdido a lo largo de una época complicada, los aficionados a la pesca aprovecharon la soleada jornada para volver a reencontrarse con el río. “Es la fiebre de los primeros días”, explicaba el pescador dezano Antonio Dafonte tras desempolvar su caña en el río Asneiro. “El año pasado fue muy descafeinado y ahora la gente está deseosa de salir de casa y de volver al río”, añade. El pescador solo lamenta el mal estado en el que se encuentran los ríos en algunas zonas. “Los que somos de antiguo en esto nos damos cuenta de que todo va a menos. Cada vez hay menos truchas. La contaminación tiene que ver pero tampoco se están cuidando bien los ríos. Hoy mismo nos encontramos ruedas, puertas y plásticos tirados. Está muy abandonado”, lamentó el aficionado. Por su parte el vicepresidente de la Sociedad Deportiva Río Ulla, Miguel Sande, señaló que fue un inicio de temporada “complicado”, ya que los ríos bajan muy claros y los árboles están todavía sin hoja. Eso dificulta la pesca, además del temido viento del norte. “La gente está muy animada porque el año pasado se pudo pescar muy poco”, manifestó. Río Ulla dispone de ocho kilómetros de tramo de río, tanto en Rubín como en Liñares, mientras que en Vea alcanza los seis kilómetros. Estas zonas, al igual que el número de permisos de pesca, se mantienen este año inalterables con respecto a las de años anteriores. Sande señaló sin embargo que esto podría variar en temporadas venideras, una vez han reducido las horas de guardas para vigilar los ríos. Desde el club de pesca Río Deza, su presidente, Miguel Montoto, explicó que fue un buen comienzo de temporada pesar del viento del norte y del frío. “Se pescó bastante bien”, explicó al tiempo que agradeció el hecho de volver a los ríos. “Este año ya pudimos empezar desde el principio y con cierta normalidad. Es lógico, porque los pescadores no solemos ir en grupo. Este es un deporte solitario o, como mucho, en pareja y la verdad es que había muchas ganas de volver a pescar”. En esta primera jornada los miembros del club, apostaron por moverse por ríos como Furelos, Lérez o Umia. Por su parte, la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín sorteó el pasado día los cotos de pesca para la temporada que ahora comienza. En el caso del río Arnego fueron sorteados una docena de cotos para miembros de la sociedad lalinense y otros cuatro para la de Camba. Otro doce se repartieron en el río Asneiro, en el tramo de la zona de Botos.