El impacto de la pandemia sanitaria sobre la economía se conocerá en un horizonte temporal próximo, aunque la montaña rusa que supuso esta crisis para el empleo ya comienza a vislumbrarse: febrero se despidió con 321 cotizantes menos que los que había al cierre del segundo mes de 2020 en las comarcas. A esta importante caída en el número de activos hay que añadir otro dato negativo: 277 parados más en el mismo período.
El Ministerio de Seguridad Social acaba de hacer públicos los registros de afiliaciones, que el mes pasado se situaron en un total de 19.542. Lejos de lo que pueda parecer el mercado laboral no se ha comportado de la misma manera en los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes en los últimos doce meses y sus capitales son las que más han sufrido las consecuencias de la inestabilidad del mercado laboral. Como habíamos apuntado con anterioridad, en un año los trabajadores en activo bajaron en 321 personas, pero la suma de Lalín y A Estrada rebasa incluso esta cifra; es decir, los dos municipios más grandes y donde más industria o servicios se concentran de las dos comarcas son los que peor lo han pasado. El dato ministerial es clarificador pues, a diferencia de otros censos estadísticos de cotizantes, este se ciñe al lugar de trabajo y no toma como referencia dónde están empadronados los cotizantes. Es decir, si un vecino de Vila de Cruces trabaja en A Estrada, cuenta como un activo de la capital de Tabeirós.
Al margen de consideraciones técnicas, las dos cabeceras comarcales, obviamente, se mantienen como los principales espacios generadores de empleo y de dinamización económica pese a padecer las consecuencias de la crisis. Lalín, que hace un año rozaba los 7.000 cotizantes, se queda ahora en 6.730 después de perder 233 respecto a febrero y es el municipio en términos cuantitativos que peor ha sorteado la crisis. La caída en los activos también es relevante en A Estrada, que mantiene 5.107 después de ceder exactamente 139 en estos doce meses. Vila de Cruces y Dozón son los otros municipios con peores datos; en el primer caso son una docena de cotizantes menos –conserva 1.385– y en el territorio más pequeño de la zona el descenso es anecdótico: Dozón mantiene 338 afiliados a la Seguridad Social, uno menos.
En los demás casos los indicadores son mejores y cabe destacar la evolución positiva en Forcarei, municipio donde la afiliación crece en 23 casos para totalizar 967. En Cerdedo son 198 –17 más– y los 3.307 que se contabilizan en Silleda implican un aumento de 11. En Agolada figuran 522, que son una docena más y uno gana Rodeiro, hasta los 988.
Autónomos
La evolución de la afiliación en el último año muestra que hubo sectores que lo llevaron peor que otros y, por ejemplo, el agro no solo fue capaz de mantener empleo sino incluso sumar ocho activos y alcanzar 271. Los autónomos son una vez más los que padecen las consecuencias de la recesión económica ya que solo seguían en activo al finalizar el mes pasado 7.294, que son 142 menos en un año. En Lalín se perdieron 37 trabajadores por cuenta propia, 41 en A Estrada o 33 en Silleda.
En lo que respecta a la comparativa con el mes anterior, enero, son 69 cotizantes menos y en este caso cabe destacar que 35 de ellos corresponden a Trasdeza.
