La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, comunicó días atrás al alcalde de Dozón, Adolfo Campos, que este municipio figura entre los 18 ayuntamientos en los que la Xunta impulsará la redacción de un Plan Básico Municipal (PBM), “un trabajo que se lleva a cabo en Galicia por primera vez y que supondrá un antes y un después en la planificación urbanística”. Estos planes básicos están pensados para municipios con menos de 5.000 habitantes, a los que dará “una capacidad de acogida residencial y económica que dé respuesta al desarrollo elemental de cierta actividad urbanística”.

El 5 de este mes y tras las gestiones que realizó el alcalde con técnicos de la consellería, ésta firmó el contrato para la obtención de la cartografía que servirá de base para redactar este Plan Básico Municipal. Adolfo Campos indica que este documento va a recoger “todas las especificidades de Dozón y supondrá el paso definitivo hacia un urbanismo sostenible”.

Dozón aprobó de forma inicial su Plan de Urbanismo en abril de 2006, hace casi 15 años. Tras la exposición pública para alegaciones, el siguiente trámite fue la aprobación, por parte de la Consellería de Medio Ambiente, del documento de referencia para la evaluación ambiental del documento. Dicha aprobación tuvo lugar en octubre de 2011 y daba paso a la redacción del Informe de Sostibilidade Ambiental (ISA). Desde entonces no han trascendido avances.

Otros concellos sin planeamiento

Precisamente, las demoras que causan los trámites de un Plan de Urbanismo y los sucesivos cambios que tuvo la Lei do Solo (a la que tienen que adaptarse los PXOM) motivó que ya en 2013 el anterior regidor, Adolfo Campos Panadeiros, viese con buenos ojos que Dozón optase por el Plan Básico Municipal, que precisamente contempla esos PBM. Es una tesitura que también afecta a Agolada que, por su volumen de población (inferior también a los 5.000 vecinos), también puede acogerse a esta figura urbanística.

Dozón y Agolada no son los únicos municipio de la comarca que carece de PXOM propio. Vila de Cruces está a la espera de dar pasos, después de que en 2017 Patrimonio emitiese un informe demoledor sobre la ausencia de decenas de elementos patrimoniales en la catalogación. Los tres concellos, a falta de otra figura, se guían de momento por las normas subsidiarias. Distinto es el caso de Silleda: tiene en vigor el antiguo PXOM, puesto que la aprobación definitiva del futuro plan quedó frenada en diciembre de 2018 por la Consellería de Medio Ambiente.