Nutrimentos Deza S.A., Nudesa, está inmersa en la construcción de su nueva fábrica de piensos en el polígono industrial Área 33, con la previsión de que las instalaciones estén listas entre diciembre de 2022 y principios de 2023. Así, dentro de un par de años, pondrá en marcha una dotación que Nudesa ya tenía en mente cuando adquirió esta parcela, hace 15 años.
Tras los trabajos de excavación, ahora la constructora se centra en las cimentaciones de la nave, y se calcula que en mayo comenzarán los trabajos de estructura. Fuentes de Nudesa indican que la inversión ascenderá a 12 millones de euros, entre la construcción de la propia nave y el equipamiento que precisa. El responsable de la obra, Marcos Fuentes, explica que el propio edificio es un silo, con aislamiento tanto térmico además de todas las medidas precisas para controlar emisión de partículas. Será la segunda fábrica de España en cuanto a tamaño y toda la fabricación será de pienso blanco, porque en la carga a granel (al final de la línea) será donde se medicará el producto para controlar al máximo su trazabilidad. Estos tratamientos van por encima del silo. Sin embargo, la altura de la fábrica será similar a la de otras factorías modernas, de unos 45 metros. Eso sí, aprovecha la eficiencia energética al máximo, realizando labores en cascada para aprovechar la gravedad.
La actual fábrica de piensos de Nudesa en Margaride tiene una capacidad de producción de 40.000 kilos por hora. La que se construye ahora en Área 33 alcanzará los 80.000 kilos. La empresa señala que, por día, la nueva nave tendrá una capacidad diaria de producción de 1.000 toneladas. Con estas cifras, la puesta en marcha de la nueva fábrica permitirá sacar adelante la misma producción, pero con menos horas de trabajo.
Una parcela de 1,2 millones de euros
La nueva dotación con que contará Nudesa tendrá además un impacto en el mundo laboral. Aunque habrá personas de la plantilla de Margaride que se trasladen para trabajar en esta nueva fábrica (distan entre sí un par de kilómetros), la firma calcula que se crearán entre 20 y 25 nuevos puestos de trabajo. Son más los empleos indirectos, en torno a medio centenar (por ejemplo mecánicos, camioneros o repartidores de paquetería, por citar algunos). De esta forma, la nueva fábrica supondrá en torno a 70 nuevos empleos. Según el informe Ardán con datos de 2018, Nudesa cuenta con una plantilla de 97 personas.
Nudesa adquirió la parcela en el polígono industrial 15 años atrás. Aprovechó la oferta que se le hizo cuando tuvo lugar la ampliación del polígono, a sabiendas de que resultaría difícil encontrar una parcela de casi 15.700 metros cuadrados en este parque industrial o en otro cercano. A su favor estaba también que la parcela ya era una única finca. Por entonces, estaba valorada en 1,2 millones de euros (a razón de 80 euros por metro cuadrado). Ya en su momento, Nudesa vio la idoneidad de esta parcela por su cercanía a las instalaciones de Margaride, ya que les permitirá compartir plantilla y también diversos servicios.
Subida de facturación
Durante el año pasado, Nudesa vio incrementada su facturación un 10%. Ya en 2018, según el mencionado informe Ardán, había disparado su facturación hasta los 105,15 millones de euros. El confinamiento no pudo impedir que siguiese despachando alimento para las explotaciones ganaderas. Ganó, incluso, clientes y se mantiene, cómodamente, como la principal industria de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes.
La empresa comenzó su actividad en 1977 y cuenta además con explotaciones de cerdos, ganadoras de varios galardones, como los Premios Porc D’Or del Ministerio de Agricultura.
Nueve operarios a la vez como tope
Aunque el proyecto venía de atrás, en verano del año pasado comenzaron los trámites ante los distintos organismos para contar con todos los permisos. En diciembre Nudesa recibió los de Medio Ambiente y Urbanismo, con lo que pudo plantear ya un calendario de construcción de la fábrica. El responsable de obra, Marcos Fuentes, apunta que la constructora de las instalaciones será una firma de Lalín, mientras que la estructura metálica dependerá de una empresa de Barcelona y la maquinaria procederá de Zaragoza. Por su parte, una firma ourensana se encargará de la automatización y otra coruñesa, de la electricidad. La idea es que no estén trabajando en esta dotación más de nueve personas a la vez, “porque no resulta operativo, no puede trabajar más de una empresa a la vez”, explica Fuentes. Solo coincidirán los operarios de automatismos y electricidad, pero unos y otros estarán en sitios diferentes.
