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La Xunta adjudicará el centro sanitario de Lalín por 8,7 millones

La zona de estacionamiento en batería se reserva para los pacientes que acuden a vacunarse. // Bernabé/Javier Lalín

La Xunta cerrará en los próximos días la adjudicación de las obras del Centro Integral de Saúde (CIS) de Lalín por un importe de 8.716.607 euros. La mesa de contratación de la Consellería de Infraestruturas ya ha resuelto su propuesta por lo que ahora solo resta cerrar el procedimiento administrativo y la posterior resolución previa a la firma del contrato.

Construcciones Ramírez S.L.U. es la compañía que obtuvo una mayor puntuación en el concurso público entre el total de seis empresa que optaban al proyecto y, con 32 puntos, es la más valorada. El montante de la adjudicación se desglosa en la propuesta económica de 7.203.807 euros más 1.512.799 de IVA. La ganadora del concurso presentó una oferta del 3,7% respecto del importe de licitación. Dos de las sociedades admitidas fueron descartadas por presentar ofertas desproporcionadas, calificadas como bajas temerarias. Conviene recordar que cuando la administración autonómica anunció el proceso de licitación del centro sanitario, su presupuesto base ascendía a algo más de 9 millones.

En principio el plazo de ejecución del proyecto constructivo del complejo asistencial de Alto de Vales se mantiene en 18 meses. Estamos ante un nuevo paso para la construcción del centro de salud lalinense que, según las previsiones iniciales, debería comenzar a levantarse en esta primavera. Al menos esos fueron los cálculos que los conselleiros de Sanidade, Julio García Comesaña, y de Infraestruturas, Ethel Vázquez, apuntaron a finales de diciembre en una visita a la localidad para presentar más detalles del proyecto.

A mediados del pasado mes de febrero la administración autonómica resolvía el contrato del servicio de dirección de ejecución y labores de seguridad y salud de la obra. Todavía pendiente de que la formalización del contrato, la mesa de contratación propuso la adjudicación del mismo a favor de la empresa Iván González Arias por un importe de 96.801 euros por parte de la Axencia Galega de Infraestruturas.

El nuevo equipamiento se sentará sobre una parcela municipal de 15.000 metros cuadrados y en sus 7.500 construidos dispondrá de área asistencial, con 11 consultas de medicina, otras tantas de enfermería, una consulta de farmacia, dos consultas de odontología, sala de técnicas, muestras y varias polivalentes; también área de especialidades, con cuatro consultas, dos de enfermería y tres gabinetes de exploración; área pediátrica, con tres consultas, dos de enfermería y una sala de atención integral; además de área de hospitalización a domicilio, (HADO) atención a la mujer, rehabilitación, telemedicina, diagnóstico por imagen hemodiálisis [el servicio se trasladará desde su actual emplazamiento en la calle Ponte que gestiona una empresa privada]; además del Punto de Atención Continuada (PAC), que dispondrá de tres consultas, sala de críticos, sala de observación y cinco dormitorios. Pero además el CIS permitirá ampliar los programas de cirugía menor ambulatoria, activar el servicio de rehabilitación cardíaca, de suelo pélvico y de enfermedades músculo-esqueléticas. Las instalaciones dispondrán de un área de servicio de transporte sanitario con Soporte Vital Básico, espacios comunes, de personal, administración y archivo.

Evolución del COVID

Al margen de la nueva infraestructura, pero también dentro del ámbito sanitario, la situación de la pandemia en las comarcas se mantiene respecto a anteayer dentro de una tendencia de caída de contagios por el coronavirus SARS-CoV-2. Lalín mantenía ayer los mismos activos que 24 horas antes, con 11 casos, mientras que A Estrada sumaba dos más para totalizar seis. Los nuevos corresponden a un caso importado de una persona procedente de Holanda que, tras ser sometido a un test aquí sigue aquejado de la enfermedad, y el otro, un positivo con una carga viral baja. Vila de Cruces recorta un caso en un día y mantiene cuatro contagios –dos de ellos hospitalizados– y Silleda es el municipio que experimenta una caída más acusada pues mantiene 14 casos, tres menos en un día. En el resto de los concellos la situación no cambia. Cerdedo-Cotobade sigue con nueve activos; Forcarei y Agolada acumulan al menos siete días sin nuevos positivos y en Rodeiro y en Dozón, ya son más de dos semanas.

También se contiene la propagación del virus en la comunidad educativa. Si ayer eran ocho los positivos en seis centros, en el último parte del Sergas ya desaparece el único caso que había en el CEIP Xesús Golmar de Lalín. Los demás están localizados en los: CEIP de O Foxo y OCA (un positivo en cada caso y otro en el instituto Antón Losada. También se mantiene activo un infectado en el centro María Inmaculada de Silleda y los dos del CPI de Rodeiro que, sin embargo, computan en Lalín por tener su médico en este municipio. Tampoco existen variaciones en el término municipal de Cerdedo-Cotobade, con dos casos en el IES de esta última localidad y uno en el CEIP de Carballedo.

Sin aparcamiento para el personal del ambulatorio

Trabajadores del ambulatorio lalinense mostraron ayer sus quejas por la escasez de aparcamiento en las inmediaciones del edificio. Los afectados aseguran que existe malestar entre profesionales sanitarios y personal de administración por no disponer de un mínimo espacio en el que dejar sus vehículos, tanto cuando cada jornada acuden a su puesto de trabajo como los médicos que tienen que realizar salidas domiciliarias, Achacan esta situación a dos razones fundamentales: la inutilización del área de aparcamiento situada en la parte trasera del edificio y, ahora, a la ocupación de una línea de plazas para que las personas que acuden a vacunarse contra el coronavirus puedan dejar sus vehículos. Respecto al cierre del estacionamiento del centro de salud, son casi tres meses ya en el que ni usuarios ni trabajadores pueden hacer uso de esta instalación.

El aparcamiento de la parte trasera lleva meses cerrado por daños en el edificio. // Bernabé/Javier Lalín

El recinto continuaba ayer vallado como medida preventiva por los desperfectos detectados en la pared de la parte trasera del inmueble. Consultado el Sergas por este asunto, fuentes del departamento autonómico indicaron que los trabajos de control en la seguridad de la estructura podrían haber rematado ya y que la parcela en la que fue habilitado el aparcamiento no es de su propiedad. Es decir, que, en caso de que las obras finalizasen, la decisión de permitir de nuevo el acceso de vehículos correspondería a la administración municipal. Sobre la reserva de plazas en un estrecho vial sin salida que linda con un edificio anexo para los vecinos que son llamados para vacunarse, los afectados manifiestan que la zona no está disponible en ningún momento para el personal del ambulatorio, incluso en los días donde no se realizan inoculaciones. En este sentido aseguran que tras varias jornadas sin vacunaciones, ayer se retomaron con la citación de una treintena de personas entre las 9.00 y las 15.00 horas. La falta de aparcamientos, arguyen, no solo es afecta a ellos sino también a pacientes con problemas de movilidad que deben dejar sus vehículos muy lejos del inmueble.

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