La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, y el delegado territorial de la Xunta, Luis López, visitaron ayer Rodeiro para abordar con su alcalde en funciones, Rubén Quintá, las actuaciones previstas por Augas de Galicia para mejorar su red de saneamiento.

La mejora de esta red es una demanda ya histórica en el municipio, y en especial de una estación depuradora que evite vertidos al río en su paso por el casco urbano. Rodeiro, ya en 2016, manejó un anteproyecto que sirvió para que en 2019 Augas de Galicia realizase un estudio de alternativas en 2019. En 2020 sacó la licitación para redactar el proyecto constructivo, que asumirá la empresa Cuartazona Ingeniería por 85.000 euros (el importe base superaba los 113.500 euros). La empresa dispone de 10 meses para diseñar este proyecto, en el que plasmará la alternativa escogida por Augas de Galicia: la ejecución de 14 tramos de colectores de saneamiento en la red actual, para poder separar las aguas pluviales de las fecales; así como la construcción de un colector general, dos ramales de conexión desde la red de Rodeiro y una depuradora para 700 habitantes. En principio, la depuradora se ubicaría por debajo de las naves del polígono de A Devesa.

Cuatro puntos de vertido

El coste de esta nueva red rebasa los 1,4 millones de euros. La conselleira quiso poner en valor la importancia de esta intervención para contribuir a avanzar en la mejora del sistema de saneamiento municipal, puesto que revertirá en la calidad de vida de los vecinos y las vecinas. En este sentido, hizo hincapié en la voluntad del gobierno autonómico para seguir prestando apoyo técnico y financiero a los municipios, para que puedan prestar de forma eficaz los servicios de saneamiento y abastecimiento, puesto que se trata de dos competencias municipales.

Como decíamos, hace cinco años Rodeiro ya elevó un anteproyecto que contemplaba una depuradora, que daría servicio no a 700, sino a 1.500 vecinos, pero que además evitaría cuatro puntos de vertido continuado al río. Precisamente, a finales de 2015 Rodeiro remató el acondicionamiento del paseo fluvial, que desde entonces funciona como un pulmón verde del casco urbano así como zona de esparcimiento para familias y deportistas. Al igual que ocurre con la nueva red de saneamiento, estos trabajos de acondicionamiento también fueron sufragados por la Xunta. En el caso del paseo fluvial, la puesta a punto de la zona supuso un desembolso de en torno a los 300.000 euros.