Esfuerzo e ilusión, a partes iguales, acompañan la apertura de un nuevo negocio. A Casa do Gato inauguró su local en A Estrada con estos ingredientes. Sin embargo, la casualidad quiso que a las tres semanas tuviese que bajar la verja al decretarse el estado de alarma en todo el país. Pese a ello, mantuvo el horno caliente y todas las ganas de salir adelante. “Nos pilló esta situación y nos cortó un poco las alas pero, aquí seguimos, intentando mantener el vuelo aunque no sea muy alto”, explican desde la firma.

Pocas empresas, al menos en el plano municipal, pueden decir que les haya tocado remar en un mar tan convulso en su primer año. Sin embargo, en A Casa do Gato no han arrojado la ilusión por la borda y se han mantenido firmes en el timón. La situación no permitirá al equipo estradense de esta firma recibir a sus clientes –muchos ya fieles– con una fiesta aniversario, pero sí con unos bonos descuento para sus próximas compras.

El equipo bien engrasado formado hace un año se mantiene hoy día, sin decaer en su ánimo de preparar pizzas artesanas, sus famosos boliños, sartenes o su pollo de receta especial. Desde el local, a pleno rendimiento con el servicio a domicilio, se agradece la acogida brindada por los estradenses. Por muchos más.