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A Estrada, con un pan bajo el brazo

El nuevo formato de la A Estrada Baby Box, un regalo de bienvenida creado en 2019. | // AC

Cada año, cuando las estadísticas demográficas se actualizan, sobre los municipios de interior y de carácter eminentemente rural, cae un jarro de agua fría. Salvo excepciones, la foto fija que le conceden los datos es la de una sangría, una regresión demográfica que amenaza con despoblar aldeas o que certifica la tristeza de ver cómo en ellas solo resisten los mayores, mientras que los más jóvenes toman otro camino, principalmente por razones laborales. El saldo vegetativo negativo se cuela siempre en esta foto. Resumidamente, mueren más de los que nacen. Decirlo es fácil, explicarlo no lo es tanto y solucionarlo es misión imposible.

Los últimos datos cotejados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen al Concello de A Estrada al borde del precipicio de los 20.000 habitantes. Todavía como el ayuntamiento más poblado de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, da un paso más hacia el abismo. Si la tendencia continúa empujándolo, en poco tiempo podría perder la categoría municipal. Dicho así podría parecer poco importante pero, cuando las palabras se transformen en números, la cosa pondría ponerse fea. Perder esta categoría supondría que A Estrada se quede sin un buen pedazo de pastel, ya que comportaría, de manera inmediata una menor participación de los estradenses en los ingresos de otras administraciones.

El Concello repartió un total de 126 “baby box” a los nuevos estradenses

En el año 2019 el Concello puso en marcha la llamada A Estrada Baby Box, un incentivo a la natalidad concebido a modo de paquete de bienvenida para los nuevos vecinos del municipio. A lo largo del difícil 2020, el ayuntamiento estradense repartió un total de 126 cajas para otros tantos retoños. Están pendientes de entregar otras siete, cinco de ellas para bebés de este 2021. La Baby Box ha cambiado de formato. Inicialmente se concibió como una caja que podía utilizarse como cuna, provista con algunos de los básicos para bebés, desde las toallitas húmedas hasta las primeras mudas, artículos de higiene o primeros entretenimientos.

El modelo ha variado recientemente, enriqueciéndose. La caja ha sido sustituida por un moisés (para los legos en la materia, se trata de un cestillo ligero, generalmente de mimbre, que lleva asas y que sirve de cuna portátil). Uno de los valores añadidos de este nuevo diseño es la bonita tela que recubre la cuna, estampada con distintos motivos infantiles, entre los que se apostó por incluir el escudo del Concello de A Estrada. En el interior de este moisés se esconden múltiples productos para el cuidado de bebé, entre los que se incluyen las sábanas para esta cunita o una mantita para envolver al bebé. Para solicitar este regalo de bienvenida, valorado en alrededor de 250 euros, al menos uno de los progenitores tiene que estar empadronado en el Concello de A Estrada en el momento de realizar la solicitud. Además, el niño o niña para el que se solicita la Baby Box deberá estar inscrito en el censo estradense antes de que se presente esta petición, una cuestión que deberá acreditarse con el correspondiente volante de empadronamiento.

A 1 de enero de 2020 la explotación estadística del padrón municipal le otorga a la capital de Tabeirós 20.351 habitantes, 128 menos que un año antes. La sangría afecta a 33 de sus 51 parroquias, mientras que catorce consiguen incrementar vecinos y otras cuatro, mantenerlos.

Para ganar población solo podrían hacerse dos cosas: atraer vecinos que fijen su residencia en el ámbito municipal estradense y se den de alta en el padrón o, incrementar el censo por la vía de los nacimientos. En la primera parte, la gestión política puede tener margen de maniobra. En la segunda, poco puede hacer.

Sin embargo, el análisis de los datos de embarazos registrados en el centro de salud de A Estrada y el número de partos con pacientes estradenses contabilizados en el último año en el Hospital Clínico de Santiago, área a la que se adscribe el centro estradense, permiten ser relativamente optimistas. Es más, hasta casi podría decirse que entre 2019 y 2020 –dato que llama especialmente la atención por haber sido un ejercicio de pandemia– el municipio estradense experimenta una suerte de baby boom.

Desde 2018

Los datos contrastados por el servicio de Atención Primaria de A Estrada son meridianamente claros y no dejan margen alguno a la interpretación. Así, en 2011 se diagnosticaron en el centro de salud un total de 53 embarazos, una cifra que en 2012 pasó a 56. Ya en 2013 se siguieron en este servicio 45 embarazos, una docena menos que el año anterior para un ejercicio en el que seguían acusándose de forma significativa los efectos de la crisis económica. En 2014 los datos de embarazos remontaron, con 66 con seguimiento desde el centro de salud, que en 2015 serían 63 y en 2016 otros 66. Después de volver a descender en 2017 –con un total de 53–, en el año 2018 comenzó una fase de crecimiento o, lo que podría ser lo mismo, comenzaron a sentarse las bases del aludido repunte de la natalidad.

De este modo, los médicos del centro de salud de la capital estradense diagnosticaron conjuntamente un total de 71 embarazos, que en 2019 tocarían techo llegando a los 97. La cifra de 2020, con tres trimestres íntegros afectados por la crisis sanitaria del coronavirus, es significativa. Pese a la difícil situación sanitaria y a los efectos económicos de la pandemia, los estradenses se animaron a mantener enérgica la natalidad, al menos en relación a las cifras correspondientes a la última década. Tanto es así que en Atención Primaria se siguieron 89 gestaciones.

Partos

No todos los embarazos de mujeres estradenses se siguen en el centro de salud del municipio ni tampoco todos los alumbramientos se producen en el área de Obstetricia del Hospital Clínico de Santiago. Algunas vecinas de AEstrada se decantan por realizar el seguimiento de su embarazo a través de clínicas privadas, en cuyas instalaciones se producen también parte de estos nacimientos, que no computarían en los datos que trascendieron a través del sistema público de salud.

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