Martes de Carnaval. Hoy sería el día en el que en el sonido de los cascos sobre el asfalto anunciaría la llegada a caballo de los Xenerais da Ulla a la capital estradense. El carácter desenfadado de estas fiestas ya habría dado rienda suelta a la imaginación por las calles, con desfiles que sacarían punta a la actualidad y que florecerían en un estallido de color en pleno invierno. Sin embargo, la situación epidemiológica recomendó la cancelación de todos los eventos, incluso los celebrados al aire libre. Después de unos meses en los que el lema “quédate en casa” , aunque acertado, se repitió hasta la saciedad, los vecinos de Tabeirós-Terra de Montes y Deza dieron estos días muestra de que el Carnaval va por dentro. No hacen falta convocatorias multitudinarias. Quienes tienen el humor necesario pueden vivirlo al calor del hogar. No importa dónde ni cuándo. Solo importa quién.
El fin de semana dio para mucho. Algunos padres y madres poco dados a ponerse la careta hicieron el esfuerzo por sus hijos, mientras que a otros le sirvieron como perfecta excusa para animarse a disfrutar de una fiesta que siempre les ha gustado. Algunos hasta se animaron a desfilar por las calles, aunque fuese en la categoría individual o de núcleo familiar. No hay que ir en comparsa para sentir y compartir la alegría del Carnaval.
Lo que también demostraron los vecinos de la zona es que no hay edad para disfrutar de estas fiestas. Disfrutar de la diversión de transformarse no solo es cosa de niños, ni muchísimo menos.
El dónde, como decimos, tampoco es un condicionante. Si este año no es posible acudir a los lugares de costumbre y con la gente habitual, las nuevas tecnologías brindaron el escenario perfecto para que la fiesta no decayese. La explica bien Paula, una vecina de Fontao (Vila de Cruces) que disfruta cada año del Entroido en Castro de Laza. En este caso el día grande de la fiesta es la Estrea dos Paliqueiros a la salida de la misa, siendo tradición que todos los amigos compartan la tradicional bica y el licor café mientras admiran y escuchan juntos a los Paliqueiros y sus chocas. Como las circunstancias no lo hicieron posible, estos amigos saborearon la alegría del Carnaval desde sus casas, unos en Londres, otros en Ourense, Compostela, Barcelona o en el propio Fontao. Solo hubo que meterse en situación y creerse que estaban en el mismo lugar y con la misma gente.
Por su parte, el Concello de Lalín cierra hoy a las 15.00 la inscripción (a través de un formulario disponible en el Facebook del Concello) para la primera edición del Concurso Virtual de Entroido. Podrán participar en él todas las personas interesadas, bien a título individual, bien en grupos de convivientes (se considera grupo a partir de dos personas). La temática de los disfraces será libre y el jurado del certamen valorará como siempre en estos casos la originalidad y la elaboración propia de los disfraces. Cada participante sólo podrá hacerlo en una única categoría. Una vez recibidas las fotos, éstas se subirán a la citada red social consistorial para ser votadas por el público mediante un like en el disfraz elegido. En este caso, el plazo para poder efectuar el voto a los disfraces del concurso acaba a las 23.55 horas del próximo viernes.
En el Concello de A Estrada también se impone este año la celebración virtual de su tradicional concurso de disfraces. Al igual que sucede en Lalín, el certamen estradense se llevará a cabo a través del perfil de Facebook habilitado al efecto y, también, repartirá un total de 650 euros. En este caso, el premio será en metálico y no mediante vales de compra, que se distribuyen de la siguiente forma: 300 euros al primer premio, 200 euros al segundo, 100 al tercero y 50 euros al cuarto mejor disfraz.
