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Catorce parroquias de A Estrada ganan habitantes y cuatro los mantienen en plena sangría demográfica

Avenida de Santiago, principal arteria de Figueiroa de Arriba, el área que más población gana del casco urbano estradense. | // BERNABÉ/ANA AGRA

Sigue siendo el concello más poblado de Deza y Tabeirós- Montes, pero A Estrada se aproxima, con cada año que pasa, al precipicio de los 20.000 habitantes. Caer por debajo de esta barrera supone perder la categoría municipal y, con ella, ingresos de otras administraciones. Los últimos datos convalidados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) –correspondientes al 1 de enero de 2020– le otorgan 20.351 habitantes, 128 menos que un año antes. La sangría afecta a 33 de sus 51 parroquias, mientras que catorce consiguen incrementar vecinos y otras cuatro, mantenerlos.

Curantes es la feligresía que más crece, al sumar 16 personas, lo que arroja un crecimiento superior al 10%, y puede presumir de no ceder residentes en ninguna de sus doce aldeas, destacando la de Pousada, que añade siete vecinos (24%). Son los mismos que se apunta toda la parroquia de A Estrada, que consigue salvar los muebles gracias al tirón de Figueiroa de Arriba, área integrada en el núcleo urbano que se encamina al millar de habitantes, tras aumentar en 43 (4,6%). En cambio, el lugar que da nombre al concello retrocede en 29 y queda en 8.386, mientras que en 2019 solo había ganado dos. Los núcleos más poblados son Berres –en la parroquia homónima–, con 156 vecinos, cinco menos; Os Bolos, en Lagartóns, con 147, que se deja diez; y dos de Santeles: Godoi-Carricova e Fondevila, que gana tres y llega a 112, y Renda e Traspedra, que rebasa el centenar (101) al anotarse cinco.

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Agar, la que más pierde

La parroquia que sufrió en el último año con más dureza la pérdida de habitantes fue Agar, al dejarse quince (11,2%). Los mismos cede Santa Cristina de Vea, aunque le suponen un retroceso del 4,4%; con trece menos aparece Rubín (4%) y con doce, San Xiao de Vea (6,3%), mientras que sin una decena se quedan Ribeira (3,4%) y Codeseda (2,7%). El recorte del padrón en las otras 27 feligresías en negativo no llega a los dos dígitos. 

El número de lugares abandonados es de once, al sumarse O Souto (Agar), que en 2019 aparecía con dos empadronados, a los que ya existían: A Pedreira, también en Agar; O Preguecido (Aguións); A Calzada (Arnois); O Coto (Codeseda); O Ouzamerxe (Guimarei); Xestás (Liripio); O Pinal (Oca); Os Muros (Parada); Vilanova (Remesar); y Cruxeira (Santeles). A las aldeas con menos de una decena de habitantes se suman A Silva (Nigoi), Piñoi (Tabeirós) y A Torrevedra (Santa Cristina), mientras que Sandelle (San Xiao) vuelve a sobrepasar dicha barrera. En esta línea, cabe reseñar el meritorio crecimiento de lugares como Agrelo (Rubín), que pasa de 4 a 7 vecinos; O Carballal (Lamas), de 10 a 15; Cimáns (Tabeirós), de 6 a 9; o Penarada (Ouzande), de 14 a 18.

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