El anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para quince trabajadores del colegio Sagrado Corazón suscita el rechazo de Compromiso por Lalín (CxL). Su coordinador, Rafael Cuiña Aparicio, cree que es hora de que en este conflicto laboral “entre la política de forma útil”, que contrapone a la “propaganda sobre supuestos logros” del gobierno local durante el proceso de compra, al vender “mediaciones y éxitos que el tiempo demuestra que no se correspondían con la realidad”.

Cuiña considera “surrealista” que el alcalde, José Crespo Iglesias, hable en términos de aguardar que sea “un ERE pequeño”, cuando la oferta de la empresa en la subasta contemplaba mantener la plantilla en su totalidad. Entiende que el Concello de Lalín “debe tomar cartas en el asunto y mediar en esta situación”, porque “afecta a cientos de familias lalinenses, que pueden ver mermada la calidad educativa de sus hijos”. Además, considera que se comete una “injusticia” con los empleados afectados por “un ERE que, presuntamente, no estaba en la hoja de ruta de la empresa”.

Dado que “el Concello se pone de espaldas”, CxL comparte con el BNG que la única solución semeja la intervención de la Xunta de Galicia y que el centro pase a ser público. “Los trabajadores no pueden quedar tirados ante decisiones de una empresa que, presuntamente, incumple los acuerdos con los que hizo la adquisición del negocio educativo”, sostiene, al tiempo que advierte de que “alguien mintió”: “O bien la empresa, que hizo una oferta que sabía que no podía cumplir o Crespo, cuando se atribuía éxitos de gestión en este proceso o, viendo el resultado final, todos”. Cuiña exige que se cumpla lo ofertado y que las instituciones hagan “política con mayúsculas, porque la otra es la que hace el gobierno de Lalín”.