El ganado bovino sufre uno de cada cinco ataques atribuidos al lobo en la provincia

La reciente decisión de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural de incorporar al lobo en el listado de especies de protección especial está generando polémica, sobre todo entre los contrarios a esta medida. Mientras que algunos partidos políticos o colectivos ecologistas respaldan la propuesta por entender que la conservación de esta especie es irrenunciable, gobiernos autonómicos del norte ya anunciaron su posición contraria, del mismo modo que en Galicia lo hicieron sindicatos como Unións Agrarias.

La disparidad de criterios llegó ayer al seno del Gobierno central a través del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que se mostró completamente en desacuerdo con la propuesta de que el lobo pase de ser especie protegida a ser de protección especial. La medida prohibiría la caza del lobo en toda España. “No estoy de acuerdo y considero que la especie tiene una protección suficiente”, ha dicho. Según Planas, los lobos fueron la causa el año pasado de 592 incidentes con ganaderías, que supusieron el pago de 252.000 euros del agroseguro. Otras voces sitúan la decisión estatal en el cumplimiento de los acuerdos del Convenio de Berna, que, en el caso del lobo, en España no se habrían atendido y la UE estaría dando un ultimátum en este sentido.

Cuando se habla de ataques de fauna salvaje siempre surgen discrepancias sobre sus números, pero lo cierto es que la Xunta sí cuenta con un registro propio. Según estos estudios, durante el año 2019 en la provincia se contabilizaron 124 avisos por ataques de lobo, con un resultado de 234 reses afectadas. Los bovinos no son el principal objetivo de este cánido, una vez que representan dos de cada diez incursiones entre la cabaña ganadera o, lo que es lo mismo, 55 casos. Otros 107 corresponden a ovejas, 28 a ganado caprino y 34 a caballos.

El último censo sobre la presencia del lobo en Galicia situaba, en el área de influencia de las comarcas, un total de seis manadas. El documento fue elaborado con trabajo de campo entre los años 2013 y 2015. No obstante, se estima una mortalidad del lobo de entre 250 y 300 ejemplares al año.

Entre 2010 y 2019 en la provincia la Xunta registró 1.095 avisos y 2.386 animales afectados, de los que 501 fueron bovinos, 383 cabras, 215 caballos y 1.287 ovejas. En Galicia las alertas alcanzaron, también en una década, las 8.536 y 17.020 reses muertas. Fueron 1.962 caballos, 9.336 ovejas, 1.496 cabras y 4.226 vacas.