La Policía argentina sigue el rastro del Método Carbajal, un sistema de entrenamiento de perros de búsqueda de personas por rastro ideado por el experimentado guía, entrenador y formador de binomios caninos Miguel Carbajal aprovechando los conocimientos acumulados durante las más de tres décadas que lleva dedicado al trabajo con los perros de rastreo de diferentes disciplinas: desde la búsqueda de personas desaparecidas o sepultadas al rastro deportivo pasando por los perros de caza.
El sistema, que sigue ganando adeptos, ya está siendo aplicado en grupos de perros de búsqueda de personas como Ayuda en Emergencias Anaga (AEA) de La Palma (Canarias), que recientemente contactó con Carbajal para agradecerle su aportación dado que un perro entrenado con su sistema logró hallar a una persona desaparecida. No es el único equipo canino que entrena a sus binomios con esta metodología. También lo vienen haciendo desde hace algún tiempo en Suiza. Y, ahora, la Sección Canes de la Unidad Regional VIII del Departamento General López de la Policía de la provincia de Santa Fe en Argentina. Entrena desde hace 6 meses a una perra malinois de un año de edad llamada Sira con la que está consiguiendo resultados muy buenos. Así se puede ver en el Facebook de Mantrailing A Estrada, donde se aprecia cómo el binomio de perro y guía de la Policía argentina busca por rastro a una persona cuya situación desconocían tanto el animal como el guía Cristian Gutiérrez. Con un solo objeto impregnado con el rastro positivo del figurante, la perra logró encontrar a esa persona oculta a 900 metros del punto de salida, con una humedad del 90 por ciento con lloviznas intermitentes, según le comunicó a Carbajal el jefe de esta sección canina policial de Argentina, Edgardo Daniel.
Lo novedoso del Método Carbajal –recogido en el que fue el primer libro del mundo escrito en español sobre perros de rastreo por olor de referencia, Mantrailing Método Carbajal, mis perros mis maestros, y El amante de la Apis Mellifera, Método Carbajal avanzado– es, según su autor, trabajar “a favor del instinto de los animales” con un olor de referencia desde el principio. Incentiva el afán de búsqueda de los animales con refuerzos positivos alimenticios y sociales así como del instinto de caza y presa mediante juegos y mordedores. Reduce notablemente la necesidad de colaboradores, puede practicarse en un espacio cerrado y, para evitar que el guía tenga la tentación de ayudar al perro, se intenta que también él desconozca dónde está el desaparecido.
