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Y la persiana se volvió escaparate

El cierre de la hostelería y la reducción horaria para el comercio vacía las calles, en especial por la tarde | Muchas tiendas optan por limitar su apertura a la mañana | Otros negocios reajustan su rutina o adoptan la atención con cita previa

Conductores comiendo en el autobús, ayer, en A Estrada ante el cierre de la hostelería. | // BERNABÉ/ANA AGRA

Deporte individual y al aire libre en la capital dezana. | // BERNABÉ/ANA AGRA

Los talleres, actividad esencial, con horario normal. | // BERNABÉ/ANA AGRA

Aparcamiento despejado en un restaurante, cerrado, de Silleda. | // BERNABÉ/A.A.

Anuncio de horario en una tienda

Comida para llevar en Liñares.

Comida para llevar en Liñares.

Ciudadana con café para llevar en Lalín.

Ciudadana con café para llevar en Lalín.

Gimnasio cerrado en A Estrada.

Cine cerrado.

Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes perdieron el pulso en la tarde de ayer. El latido se percibía por la mañana, con el bullicio habitual a la hora de entrada y salida de los colegios, las compras en el supermercado o las gestiones cotidianas. Sin embargo, el ritmo –más débil por la escasa y limitada actividad hostelera como consecuencia de la entrada en vigor de las nuevas restricciones para la contención del coronavirus– se detuvo en el momento en el que tocó bajar la persiana. Los vecinos, respondiendo a la llamada al autoconfinamiento y a la paralización de la actividad económica no esencial desde las 18.00 horas, se recluyeron en sus casas, dejando las calles de los principales núcleos urbanos de estos nueve municipios prácticamente desiertas. El de ayer fue el primer día de una nueva etapa en la que las verjas y persianas se convierten en un escaparte en el que se refleja un nuevo parón en el tejido económico de proximidad y, a la postre, en la propia cotidianidad.

Los hosteleros amanecieron en la zona con sus puertas cerradas. Las nuevas normas no permiten el acceso de clientes al interior de los locales, pero tampoco está autorizado el servicio de terraza, como se mantuvo con los cierres perimetrales de las últimas semanas. Solo funcionaron los cafés para llevar –algunos locales adaptaron su horario al del desayuno y la pausa para el café, entre las 07.00 y las 13.00 horas– y los restaurantes centraron su quehacer en los pedidos a domicilio o en las recogidas en el propio local. Eso, en el que caso de los que se animaron a levantar la verja; otros se decantaron por no hacerlo y sus habitualmente concurridos aparcamientos presentaban la inusual estampa del vacío.

Cabe recordar que la normativa en vigor hasta el 17 de febrero supone que bares y restaurantes permanecerán cerrados, permitiéndose la recogida en los establecimientos hasta las 21.30 horas, pudiendo extenderse el envío a domicilio hasta la medianoche.

El funcionamiento a medio gas que ya venía arrastrando en capitales como A Estrada la hostelería tenía ya su repercusión en la actividad comercial. Tanto es así que algunas tiendas decidieron ya esta semana variar sus horarios para funcionar exclusivamente en sesión de mañana. Desde ayer, con la obligatoriedad de que el comercio que no se considera de primera necesidad eche el cierre a las 18.00 horas, son muchos los comerciantes de Deza y Tabeirós-Terra de Montes que apostaron por el horario exclusivamente matutino, por hacer una jornada continua o por acortarla para variar el funcionamiento de tarde.

El presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Alfredo González, vaticinó que el 90% de los establecimientos terminará optando por cerrar por la tarde. Señaló que a muchos no les compensa abrir solo hasta las 18.00 horas porque, para la mayoría, supondría abrir al público solo una hora por la tarde. Ampliar hasta las 15.00 tampoco le parece la mejor opción para un ámbito comercial como el estradense. “Aquí a las tres de la tarde la gente está en sus casas. Abrir a estas horas puede funcionar en una ciudad pero no aquí”, consideró.

Otra alternativa, para favorecer las compras por parte de ciudadanos que trabajen por la mañana, es la cita previa, un sistema de compra que el comercio local probó durante las primeras fases de la desescalada. “Es un modelo que vino para quedarse”, apuntó, igualando esta situación a la del envío a domicilio. Este último funciona en todas las tiendas adheridas a la ACOE. En función del importe de la adquisición, el cliente puede recibir gratis su compra en casa o, si es una transacción pequeña, puede cobrársele un envío de 2,90 euros para domicilios en A Estrada o de 3,90 fuera del municipio. La ACOE subvenciona cada modalidad de envío con un euro.

“Muchos comercios optaron desde el lunes por no abrir ya por las tardes. La hostelería es un pulmón muy grande. Si no hay bares abiertos, a veces no merece la pena tener abierto tampoco”, asumió González.

Entre los comerciantes de Lalín se pulsaba ayer el desánimo. La mayoría optaron por fijar su horario de apertura de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00, siendo pocos los que se plantean abrir los fines de semana por la tarde, según explicó desde la sección comercio de la Asociación de Empresarios de Deza (AED) Meritxell Silva. Indicó que ya en el estreno de las nuevas medidas se apreció muy poca actividad en la capital dezana. “Estamos abiertos pero desamparados”, apuntó Silva. Incidió en que resulta un tanto contradictorio mantener el comercio abierto pero, por otro lado, pedir a la gente que no salga a la calle. “Estamos indignados, peor de ánimos y con pocas ganas de luchar”, se resignó esta comerciante lalinense. Consideró que las nuevas medidas, sumadas al teletrabajo y a la petición de que la gente salga lo imprescindible de sus casas, empujan a que “los pocos que compren lo hagan a través de internet”.

Desde el comercio de la capital dezana se subraya que, aunque no entren clientes en las tiendas, los comerciantes han de seguir haciendo frente al pago de alquileres, sueldos, Seguridad Social, luz, agua, calefacción o la propia mercancía. “Es que llevamos así casi un año. El ahorro, las ganas y la paciencia se acaban”, subrayó. Añadió Meritxell Silva que, a mayores, en esta actividad está la particularidad de que “la moda caduca”, de manera que la compra anticipada que afrontan cada seis meses muchas tiendas tiene un momento concreto y limitado para su venta. 

A prueba

“Esta semana las tardes serán de prueba; vamos a tantear cómo enfocarlo”, reconoció desde la asociación de Empresarios e Comerciantes de Silleda (ECOS) su presidenta, Yolanda Mato. Explicó que algunas tiendas se decantaron ya por una jornada continua de 09.00 a 16.00 horas y que otras se están planteando anticipar a las 16.00 la apertura de tarde, cerrando a las 18.00. Mato apuntó que en Silleda se percibió ya el efecto que sobre el comercio tuvo el cierre anticipado de la hostelería. “El lunes y el martes se notó mucho por las tardes; la hostelería mueve muchísimo”, reconoció esta comerciante de Trasdeza. La presidenta de ECOS también subrayó que se está dejando sentir entre los clientes el miedo al contagio, habida cuenta de la situación epidemiológica que está viviendo este municipio dezano. “Por las tardes la gente se está autoconfinando porque el miedo está ahí”, dijo.

Por otro lado, los comerciantes ponen el acento en que estas nuevas restricciones llegan cuando las tiendas de textil o calzado están recibiendo ya los artículos de la colección primavera-verano. Reconocen que febrero acostumbra a ser un mes flojo en ventas. “Si nos tienen que cerrar, que sea en febrero y no en marzo o en abril, con las tiendas llenas de mercancía”, deseó Yolanda Mato.

En Vila de Cruces la decisión de cómo abrirán los establecimientos comerciales estas tres semanas también está en el aire. La presidenta de la Asociación de Pequenos Empresarios de Cruces (APEC), Lupe Pampín, señaló ayer que algunas tiendas abrirán solo por la mañana y otras lo harán también en horario de tarde, “aunque sea solo por hora y media”. “Después de Navidad esto se paró y, con el problema que estamos viviendo de casos, todavía más parados”, lamentó resignada.

Semanas con un nuevo apagón cultural

La entrada en vigor de las restricciones que se extenderán al menos hasta el 17 de febrero en Galicia no solo cierra persianas, sino que también baja el telón. La actividad queda suspendida en los cines de A Estrada –las únicas salas abiertas en las comarcas– y también en espacios con programación cultural frecuente, como el Teatro Principal, entre otros. Los concellos ya adoptaron hace días la decisión de suspender este tipo de programación. Las directrices obligan también a mantener puertas cerradas en los museos.

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