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“Salgo a la calle cada día con miedo de que me pase algo”

La estradense, que prefiere mantener el anonimato, mantiene ahora una lucha en los tribunales.

Su vida cambió para siempre el pasado mes de noviembre cuando la periodista de la BBC, Esperanza Escribano, llamó a su puerta. “Cuando me lo contó pensé que era una cámara oculta”, recuerda. Su exnovio, aquel con el que había cortado su relación cinco años atrás, intentó contratar a través de la red oculta a unos sicarios para que la matasen. Fueron necesarias muchas explicaciones por parte de la periodista para que la estradense terminase por convencerse de que todo aquello no era ninguna broma. A partir de ahí, comenzó una lucha diferente, la de conseguir que esa sensación de miedo constante que la invadió se marche. “Salgo a la calle cada día con miedo de que me pase algo”, lamenta mientras intenta por todos los medios no tener que cruzarse con el hombre que presuntamente encargó su muerte.

"Mi exnovio pidió al sicario que yo muriese en un atropello

Fue el pasado mes de diciembre cuando la Guardia Civil a Guardia Civil de Pontevedra anunció la detenido a un vecino de Forcarei que, presuntamente, habría contratado a varios sicarios para matar a su expareja, con la que había tenido una relación sentimental durante casi cinco años. El detenido habría pagado 15.000 euros en bitcoins para que los asesinos a sueldo acabasen con la vida de su exmujer. Se trataba sin embargo de una estafa, ya que el grupo de presuntos sicarios llevaba a cabo principalmente estafas, y en ningún momento pensaban concluir con el encargo realizado, sino solamente cobrar por él. Dos días después, el acusado era puesto en libertad.

De esa manera se puso punto y final a una investigación iniciada un mes atrás, cuando un medio de comunicación del Reino Unido, que realizaba un reportaje de investigación en España sobre estafas en la deep web, alertó a la Benemérita sobre las intenciones del detenido.

La BBC sabía que había sido una estafa pero vinieron a avisarme por que podría haber buscado otra opción cuando descubriese que lo habían timado. Decidimos ir a la Policía Nacional de Pontevedra a contárselo pero la verdad es que se rieron de nosotras. A pesar de que ella se identificó como periodista no nos atendieron y nos mandaron a la Guardia Civil”, explica la estradense. Finalmente, tanto la joven como la BBC consiguieron presentar sendas denuncias contra la expareja.A partir de ahí se inició una investigación por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ), en colaboración el Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ Madrid).

Una vez iniciada la causa, llegó el momento de las preguntas, con una por encima de todas, ¿por qué?. La estradense recuerda que ambos mantuvieron una relación que duró cerca de cinco años. Una vez terminada, ella comenzó una relación con otras persona, mientras que el forcaricense hizo lo mismo por su lado. “A principio solo sabía que alguien había intentando contratar a unos sicarios contra mí pero cuando me dijeron su nombre me quedé de piedra. No me lo podía creer. En su momento tuve algunos problemas con su madre pero después cada uno fue por su lado. Me gustaría saber por qué lo hizo después de cinco años sin hablarnos. En ningún momento me imaginé que sería una amenaza para mí”, manifestó.

"Lo sabían todo de mí. Les pasó todos mis datos; mi dirección, mi lugar de trabajo, mis horarios, mi coche... Hasta les contó que tengo dos perros"

La estradense fue conociendo posteriormente todos los detalles del supuesto encargo realizado por su expareja. Este facilitó a los supuestos sicarios todos los datos necesarios. “Lo sabían todo de mí. Les pasó todos mis datos; mi dirección, mi lugar de trabajo, mis horarios, mi modelo de coche y la matrícula... Hasta les contó que tengo dos perros”, explicó. En su encargo, su expareja llegó incluso a elegir entre las diferentes opciones para su muerte. “Fue cubriendo un cuestionario y marcó que solicitaba que muriese con un atropello o en un accidente de tráfico”.

La estradense, convertida ya en una entendida de una deep web de la que nunca había oído hablar hasta hace unos meses, mantiene ahora una lucha legal para intentar ganar la tranquilidad y seguridad que perdió el pasado mes de noviembre. “Lo detuvieron un lunes y el miércoles ya lo dejaron el libertad”, explica sorprendida. “No quiero encontrármelo por la calle”, afirma una mujer que solo regresa a A Estrada en contadas ocasiones para evitar ese temido momento. Por este motivo, solicitó protección ante el juez al entender que su vida podía estar en peligro, aunque su petición fue denegada. “No lo veo justo. No entiendo por qué tengo que vivir con miedo cuando yo no hice nada. Lo único que pido es que me aseguren que estoy a salvo”, explica.

“Lo detuvieron un lunes y el miércoles ya lo dejaron el libertad”

Como medida de prevención, la estradense ha decidido cambiar muchos de sus hábitos diarios. “En solo unas semanas cambié mi vida por completo. Desde la rutina diaria a otras cosas más importantes. Lo único que mantengo es el trabajo, porque no lo puedo dejar”, relata. Además, intenta no salir a la calle sola, buscando siempre la tranquilidad que le ofrecen su pareja o amigos.

A pesar de que la detención de una persona por intentar matar a su expareja con unos sicarios se conoció hace unas semanas, la estradense prefiere mantener, al menos de momento, su anonimato. Su relato sin embargo sirve para atisbar lo que ha tenido que afrontar a lo largo de los últimos dos meses y las incógnitas y miedos con los que todavía debe lidiar.

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