La Xunta aísla A Estrada con un cierre individual al desatarse los contagios después de las fiestas

La Xunta aísla A Estrada con un cierre individual al desatarse los contagios después de las fiestas

La Xunta aísla A Estrada con un cierre individual al desatarse los contagios después de las fiestas

Apriétense los cinturones, que vienen curvas. A Estrada se libró, contra todo pronóstico, del cierre perimetral antes de Reyes, pero en la mañana de ayer fue incluida en la lista de los municipios gallegos a los que el COVID sitúa en alerta máxima. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se encargó de citarlos a todos durante una comparecencia en la que dio cuenta de lo acordado en la larga sesión del comité clínico del martes. Con carácter general, se aplicará el nivel medio-alto de restricciones en toda la comunidad gallega, si bien sobre ayuntamientos como A Estrada se pone de manera especial el foco por el particular incremento de la incidencia del coronavirus que vienen arrastrando en los últimos días. Ello comporta la limitación de la movilidad, de manera que mañana el término estradense estrena un cierre perimetral individual que lo aísla como el único concello de las comarcas de Tabeirós-Terra de Montes y Deza con limitaciones máximas.

En términos globales, la recomendación de las autoridades autonómicas es que la actividad se limite a lo esencial, apostando por el teletrabajo siempre que sea posible. Las reuniones serán de un máximo de cuatro personas; el toque de queda se adelanta a las 22.00 horas; la hostelería y restauración podrán abrir hasta las 18.00 y el horario de cierre del comercio se fija a las 21.30.

A mayores, junto a otras obligaciones y recomendaciones que operarán en toda Galicia, A Estrada tendrá que contemplar otras. La principal diferencia deja de nuevo al sector de la hostelería como principal perjudicado. No se podrá acceder al interior de bares ni restaurantes y solo se permitirá la atención en las terrazas, hasta las 18.00 horas, o la entrega a domicilio sin límite. Cabe recordar que las terrazas tienen limitado su aforo al 50% en toda la comunidad gallega.

La movilidad, salvo causas autorizadas, quedará restringida al perímetro municipal. En este caso, A Estrada quedará cerrada y aislada, sin que los estradenses puedan moverse por municipios limítrofes como sucedió en cierres anteriores. A mayores, para concellos con estas medidas especiales se fija que los establecimientos de juego no podrán abrir las puertas y que los centros comerciales reducirán su aforo al 30%, cuestión esta última que no dejará impacto en la capital de Tabeirós.

A esta situación se llega después del sostenido incremento de casos en los últimos días. A Estrada recibió la noticia de su cierre con 40 enfermos de COVID-19 y, pocas horas después, ya había subido a los 46 casos activos. La incidencia acumulada a 14 días se situaba en la tarde de ayer en 312 casos por cada 100.000 habitantes, si bien esta se vio en cierto modo favorecida por la salida de varios positivos del brote registrado en el teleclub de Agar. De estos 45 pacientes que cursan la enfermedad, cuatro precisaron ingreso hospitalario, uno de ellos en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Entre los últimos casos registrados figuran dos niños de un año.

El jefe de Atención Primaria en el municipio, Juan Sánchez Castro, consideró que podría decirse que A Estrada afronta ya una cuarta ola de la pandemia. En base a esta afirmación, se entendería como la primera la registrada desde mediados de marzo; la segunda sería el pico surgido con el brote de Vea y, la tercera, todos los casos derivados del de Agar. En esta cuarta fase de la situación epidemiológica municipal predominarían los casos urbanos derivados de las reuniones y movilidad navideñas.

“Era lo previsible e inevitable”, opinó ayer el alcalde de A Estrada tras conocerse las medidas anunciadas para el municipio. “Se demostró que el confinamiento es lo que realmente funciona y los cierres perimetrales son herramientas útiles”, señaló, aunque no dejó de reconocer que “es una pena” que la hostelería y el comercio vayan a verse afectados por la situación. “Pero, con los datos sobre la mesa, era inevitable”, sostuvo el regidor. “Ahora mismo lo más importante es recuperar de nuevo niveles que sean asumibles socialmente. Lo que estamos viviendo es inasumible”, opinó. Aunque a nivel de funcionamiento de la administración municipal no habrá grandes cambios, el munícipe avanzó que el próximo martes se celebrará una reunión con los sindicatos para abordar una normativa municipal propia en relación a la implantación del teletrabajo y que, en aquellos puestos en los que sea posible y los trabajadores lo soliciten, se favorecerá esta alternativa laboral.

“Resignación” fue la palabra escogida por el presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Alfredo González. Entiende que la medida adoptada es necesaria y que el comercio estradense parte con la ventaja de haber tenido una buena campaña de Navidad. “Nadie tiene la culpa y no somos nosotros solos, pero estamos muy preocupados por el futuro porque las ayudas, de momento, son de risa y no resuelven nada, ni a nosotros ni a los trabajadores”. “Preferíamos un cierre total y que se hiciesen cargo de la Seguridad Social y de los sueldos, que ahora mismo no va a poder afrontar una tienda”. “Si esto va para largo, volveremos a estar con la cuerda al cuello”,, sentenció.

La hostelería encaja con enfado el nuevo golpe

El grupo de WhatsApp de Hosteleros A Estrada era, al mediodía de ayer, un auténtico hervidero. “Hay bastante enfado”, reconoció el presidente del colectivo, Manuel Bascuas. Con las bajas temperaturas que acusan los termómetros, que se permita la actividad solo en las terrazas es un mazazo para el sector. “Muchos no tienen terraza o, si las tienen, no están cubiertas”, apuntó. A ello se suma un toque de queda que deja sin margen a los restauradores para sacar provecho al servicio de cenas. “La gente está muy enfadada y no entiende las diferencias. No discutimos que sea necesario hacerlo; puedes entender que se cierre todo, peo no tiene sentido que te cierren a ti y no a los demás”, explicó Bascuas, subrayando la diferencia entre las 18.00 horas para que cierren los hosteleros y las 21.30 que se permiten para el comercio cuando, al menos en el ámbito local, acostumbra a cerrar sus puertas entre las 20.00 y las 21.00 . En el sector ya hubo algún cierre, otros negocios iniciaron traspasos y, el resto, está “viendo si aguantan el tirón”. Muchos temen cómo capearán el temporal cuando toque pagar los préstamos ICO.