Desde hace semanas, las empresas de fontanería acumulan avisos para revisar calderas de calefacción e instalaciones de agua que han sufrido algún que otro destrozo debido a la congelación por las temperaturas bajo cero. “Algunos clientes incluso deciden venir a comprar al despacho y reparar ellos mismos el daño porque nosotros estamos a tope”, apuntan desde la lalinense Fondeza.
La concesionaria del servicio del agua en Lalín y Vila de Cruces, Espina y Delfín, también constata un aumento de incidencias sobre todo en los contadores de agua de viviendas unifamiliares de aldeas. El representante de la firma, Celestino Fornos, señala que los contadores terminan estallando cuando el agua de su interior se congela y aumenta de volumen. Hay, también, es verdad, otro tipo de contadores aptos para temperaturas siberianas, pero suelen ser bastante más caros.
Las bajas temperaturas también congelan durante las madrugadas el agua de tuberías que están a la vista o enterradas a escasa profundidad. “Hay usuarios que ya cubren con aislante térmico o con papel de periódico los contadores” para evitar quedarse sin agua por la mañana.
Espina y Delfín, además de los dos concellos dezanos mencionados, también se encarga del suministro del agua en otros 51 municipios. Por eso, quiere difundir entre sus usuarios una serie de consejos y pautas para que sus contadores y tuberías no dejen de funcionar aunque haya una ola de frío. Decíamos que son muchos los vecinos que usan invierno tras invierno material aislante para sus canalizaciones de agua. Más caseros, pero igual de efectivos a la hora de proteger del frío, son el papel de periódico o la tela de saco. Permiten, como la fibra de vidrio, que el hielo no se adhiera directamente al contador ni a la tubería. Otro sistema que nunca suele fallar es dejar el grifo goteando a lo largo de la noche, para que el agua del interior de la tubería no llegue a solidificarse. En caso de que se trate de una vivienda deshabitada o que se utiliza solo durante los fines de semana, Espina & Delfín recomienda a sus dueños que cierren la llave de paso y que después vacíen la tubería, para que no quede agua dentro.
Una vez que esta ola de frío remita, es conveniente revisar las instalaciones interiores para comprobar que no hay fugas provocadas por esa congelación del agua. Si se detecta una fuga, es conveniente repararla cuanto antes para evitar daños materiales dentro de la vivienda y también un consumo innecesario de agua.
Mantenimiento de carreteras
Existen trucos caseros , también, para no perder mucho tiempo cuando uno se levanta a primera hora de la mañana, tiene que coger el coche y el parabrisas está congelado por el desplome del termómetro. La argucia casera por excelencia es frotar media patata contra el cristal, ya que el almidón ayudará a quitar el hielo. Más conocidos son el empleo de alcohol, líquido refrigerante o, a modo de prevención, una solución de agua y vinagre. Lo que nunca es aconsejable es emplear agua caliente sobre el parabrisas, ni tampoco sal.
Y, hablando de tráfico, la Diputación mantiene un intenso operativo para garantizar la seguridad viaria en las carreteras de su titularidad. La mayor parte de las incidencias tuvieron lugar en la zona norte, donde se ubican Deza y Tabeirós-Montes. Debido a las bajas temperaturas de las últimas jornadas, se consumieron ya más de 190 toneladas de sal. La mayor parte de las alertas tuvieron lugar en las dos comarcas, así como en la zona centro de la provincia, en las que se contabilizó una treintena de actuaciones. En vista de las previsiones para los próximos días, están disponibles más de 120 toneladas de sal guardadas en los parques de Codeseda (A Estrada), Lalín, Ponteareas, Gondomar y Pontevedra. Además, la Diputación dispone de seis esparcidores de sal instalados en los correspondientes camiones, así como de cuatro cuchillas quitanieves. El operativo provincial ha movilizado a cerca de 80 personas, pero a mayores también participan los coordinadores de brigadas y demás personal técnico de la institución. Las brigadas trabajan en turnos de mañana, de tarde, y de guardia localizada durante la noche para atender alertas.
Mouriscade roza los seis grados bajo cero
Aunque los efectos de la borrasca Filomena estén remitiendo desde el domingo, la ola de frío que vino tras ella aún deja los termómetros temblando, nunca mejor dicho. Según los datos de Meteogalicia, de las cinco estaciones de referencia de las comarcas, solo la de Pereira, en Forcarei, tuvo una temperatura mínima por encima de los cero grados. Eso sí, era en concreto de 0,1 ºC. En este municipio, ayer la máxima fue de 10,5 grados. Como de costumbre, Mouriscade y Alto do Faro pugnan por ser el punto más frío de las comarcas. Y van bastante emparejados: Mouriscade registró una temperatura mínima de -5,7 ºC, mientas que en la cumbre del Faro se quedó en los -5,23. Bajo cero fueron también las marcas de la estación urbana de Lalín, con 2 grados negativos, e incluso la de Camanzo, en Vila de Cruces, con 3,2 grados bajo cero. A lo largo del día, los cielos despejados ayudaron a subir las temperaturas, aunque fuese de una forma muy tibia. Así, el casco urbano de Lalín alcanzó una temperatura máxima de 8 ºC, que en el caso de Mouriscade subió hasta los 12,1, un valor muy similar al que tuvo Camanzo. Sin embargo, el Monte Faro deja claro que estamos en pleno invierno: su temperatura máxima ayer se quedó en los 2,8 ºC. En el casco urbano se llegó a los 7. De cara a las próximas jornadas, Meteogalicia indica que continuarán los cielos despejados hasta mañana jueves, cuando hará presencia un frente muy poco activo, que ni dejará chubascos en las comarcas. El viernes regresa de nuevo la influencia anticiclónica. Eso sí, la falta de lluvias de deja notar en el pantano de Portodemouros, que baja 4 hm3 respecto a la semana pasada. Aún así, está al 81,2% de su capacidad.
