Concluida la consulta pública del estudio de impacto ambiental para la prolongación de la autovía AG-59 en dirección a A Estrada, los colectivos que integran la plataforma contraria a esta actuación (#StopAmpliacionAG59) dieron traslado ayer de las alegaciones formuladas para solicitar la retirada de este proyecto, que supondría la continuidad de la autovía desde A Ramallosa (Teo) hasta el municipio estradense a través de dos tramos. Este conjunto de asociaciones denuncian que se trata de una ampliación “innecesaria” que dejaría una huella “irreparable en una zona de gran belleza paisajística, fluvial y botánica” –protegida como Rede Natura 2000 y estimada como Zona de Especial Conservación del Sistema Fluvial Ulla-Deza-–, amén de una infraestructura de más de 48 millones de euros “para ahorrar cinco minutos respecto a la carretera actual”. Añade la plataforma que esta apuesta se realiza “en plena crisis económica y emergencia climática, afectando al rural gallego, teense y estradense”.

Fuentes consultadas por esta Redacción detallaron ayer que hace un par de años se creó Voces do Ulla, una asociación que siguió de cerca la información relativa al proceso de ampliación de la autovía llamada a unir Santiago con A Estrada. Sin embargo, cuando el trámite se puso realmente en marcha, nació una plataforma en la que confluyen asociaciones de ámbito comarcal y autonómico. Colectivos de índole diversa y vecinos preocupados canalizaron así sus alegaciones durante la fase de exposición pública que concluyó el 4 de enero, junto con un comunicado que apoyan 17 colectivos. Entre ellos figuran la Asociación para Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), Amigas da terra, Ecoloxistas en Acción, A Xesteira, Asociación Medioambiental do Ulla (Amabul), Verdegaia, Amigos da Terra, Sustinea, Nais polo Clima, Ecolectivo, Casa Colorida, Plataforma Pola Recuperación Do Sar, Asociación Pola Defensa da Ría, Mina Touro -O Pino NON, Plataforma pola Convivencia Ética coa Fauna Silvestre “Con-Ética”, Asociación Víctimas de la Justicia, e Colectivo Agrocuir da Ulloa. La plataforma que los reúne lanzó también una petición de firmas a través de change.org, que –apuntan– en una semana logró alrededor de 1.500 apoyos.

De forma resumida, además de demandar la retirada del plan de ampliación de esta autovía, estas agrupaciones piden un estudio público del tráfico de las alternativas existentes a la AG-59. Añaden a esta demanda una solicitud de mejora del transporte público, frecuencias y paradas así como la posibilidad de suprimir el peaje de la AP-9 para los vehículos que pasan por la zona en dirección Cuntis-Vilagarcía-Pontevedra.

Esta plataforma contraria a la ampliación de la AG-59 fundamenta su oposición en siete puntos. El primero de ellos es el “daño irreparable” que, a su juicio, se realizará a una zona autóctona de gran belleza. “Construyendo un viaducto de 40 metros con 4 carriles y un paso inferior, perjudicarán irreversiblemente la biodiversidad y los seres vivos de hábitats especialmente protegidos”, remarcan, para luego añadir: “construir esta autovía es incumplir las exigencias establecidas en la normativa estatal y europea relativa a la conservación de los hábitats naturales y la Lei 42/2007 de Patrimonio Natural e da Biodivesidade, que impone la obligación jurídica de evitar el deterioro de los lugares de la Red Natura 2000. Inciden en que también los viaductos por el Río Vea y Santa Lucía, con varios pasos inferiores y superiores, “pasarán por numerosas rutas y espacios naturales, como la zona de los molinos del Vea, en Couso”. En este punto, destacan que el viaducto pasará por encima de 10 molinos.

La crisis climática es otro aspecto sobre el que llama la atención la plataforma en relación a las emisiones y contaminación que generará la construcción de 15 nuevas estructuras entre los dos tramos para prolongar la autovía: el viaducto del Ulla, viaducto del Vea, viaducto de Santa Lucía, siete pasos inferiores, tres pasos superiores y dos muros. En este contexto, estas asociaciones consideran y defienden que las infraestructuras actuales son “suficientes”. “La diferencia en el trayecto entre Santiago y A Estrada tras toda esta inversión se calcula en un ahorro aproximado de cinco minutos en 7,5 kilómetros”, dicen. Inciden en que podrían estudiarse otras alterativas y recuerdan que “todo el Concello de A Estrada solo tiene 20.479 habitantes, de los cuales un porcentaje poco representativo realiza un trayecto diario a Santiago de Compostela”, estiman.

La plataforma #StopAmpliaciónAG59 señala también a que actuaciones como este proyecto acrecientan la despoblación del ámbito rural. Argumenta asimismo la necesidad de salvaguardar el cuidado de los montes y los ríos y añade la “deuda ecológica de los países industrializados”.

“Innecesaria y absurda inversión” en tiempos de crisis

La batería de alegaciones presentada por los colectivos ecologistas, sociales y ciudadanos durante la exposición pública del estudio de impacto de la prolongación de la autovía Santiago-A Estrada tilda también de “innecesaria y absurda” la inversión de los millones de euros que serían necesarios para cubrir estas dos fases –A Ramallosa-Pontevea y desde la localidad teense hasta O Rollo, para enlazar de nuevo con la PO-841– “en tiempos de crisis”. Considera esta plataforma que todos estos fondos podrían destinarse a medidas para adaptarse al cambio climático, para respaldar a las familias en situación de vulnerabilidad o para apoyar la economía rural sostenible, junto a ámbitos como la sanidad o la educación. Estos colectivos demandan a la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade la retirada de este plan de ampliación de la autovía AG-59 y hacen un llamamiento al Ministerio de Transición Ecológica y a las políticas ambientales de la Unión Europea, “que no pueden permitir ni aceptar el impacto socioambiental de esta obra”, concluyen.