El año pasado la Feira do Cocido de Lalín se salvó y la pandemia solo obligó a la suspensión de algunos actos ligados a una fiesta que volvió a vivir por todo lo año su día grande. A falta de un mes justo para su 53ª edición, el gobierno local confirmó ayer que este año la celebración se retrasará por primera vez en su historia –siempre es el domingo anterior al domingo de Carnaval– y tendrá lugar el 16 de mayo en busca de una normalización de la pandemia. El alcalde, José Crespo, confirmó una decisión que, dijo, cuenta con el respaldo prácticamente unánime de los agentes económicos implicados y también de los partidos de la oposición.

Con todo el trabajo organizativo cerrado, el programa de actos está listo a la espera de que para mayo, sino con millares de personas como de costumbre, al menos el Cocido pueda mantener parte de su esencia de fiesta gastronómica, pero también de motor económico del municipio. Acompañado de la edil Begoña Blanco, el regidor admitió que no queda otra y, aunque resignado, hubo que tomar esta determinación para tratar de, al menos, salvar los muebles. “Nos puede salir el tiro por la culata”, dijo, aunque confiado en que para mediados de mayo –la víspera de la festividad del Día das Letras Galegas– con una parte de la población vacunada exista una cierta normalidad que permita llevar adelante los actos. De todos modos, el mandatario reconoce que es imposible saber en qué situación epidemiológica estaremos entonces. “Este Cocido iba a ser el mejor de la historia”, comentó resignado Crespo, en referencia a propuestas que ya no se podrán materializar como la presentación de la fiesta en la embajada de España de Tallin o el Cocido solidario organizado por la ONCE en Madrid para 1.111 personas; ambas propuestas que además no iban a suponer apenas coste para el ayuntamiento. Eran iniciativas todas ellas encaminadas a la difusión de una fiesta que el año pasado fue declarada de Interés Turístico Internacional.

Ahora toca reformular cuestiones como la programación cultural y lúdica de la fiesta, los convenios con los principales patrocinadores o la carpa del Campo da Feira Vello donde se instalaban los puestos de venta y también se aprovechaba para otras actividades. Blanco indicó que sí se pretende mantener el ciclo de espectáculos del programa Lalín con razón, donde se incluyen conciertos y otras propuestas con agrupaciones locales. En este asunto, Crespo precisó que contactará con la cervecera Estrella Galicia –patrocinadora de la feria y responsable de la carpa– para conocer si en mayo dispondría de una infraestructura que este año ganaría espacio y que, en las actuales circunstancias sanitarias, tendría cabida para 500 personas sentadas. Teniendo en cuenta que el día grande será a mediados de mayo, también apuntó a la posibilidad de que la carpa iglú tuviese algún tipo de protección contra el sol en su cubierta. En lo que atañe a los compromisos de grandes patrocinadores como Abanca, Gadis o Estrella Galicia, el gobierno confía en que mantengan su apuesta por la feria con el cambio de fecha. “La verdad es que es mala suerte, porque con la pandemia todo nos cuesta el doble de trabajo y va a lucir la mitad”, indicó el primer edil. Con todo, y en función de la evolución de la crisis sanitaria, el Cocido podrá sumar propuestas que serán gestionadas sobre la marcha y eso no quiere decir que de manera improvisada.

Carnavales

En otro orden de cosas, Blanco avanzó que este año se preveía impulsar los Carnavales, pero es arriesgado pensar en un formato tradicional de desfiles o concursos y por tanto habrá actividades no estáticas y más desde un punto de vista de la animación.

Una semana de actividades en torno al día grande

Aunque el día grande del Cocido es el que más capacidad de arrastre de público tiene, no hay que perder de vista que en Lalín se sirve este plato más de seis meses al año. Así, la próxima semana ya arrancará el Mes do Cocido, que se prolonga hasta el 14 de febrero, si bien en esta ocasión los restaurantes no recibirán millares de reservas por cuestiones obvias. “Sabemos que esta feria no tendrá tanto público, claro, pero con que venga la mitad nos damos por satisfechos”, apuntó Crespo, consciente de la situación excepcional que toca vivir.

Gala y matanza

Con el cartel de la 53 edición preparado, el Concello confía en mantener el día grande aunque en un formato más doméstico y por eso en principio habrá pregón, capítulo de la Encomenda y desfile el 16 de mayo, si bien en este último caso existe otro revés: los ganaderos están inmersos en esas fechas en la campaña de ensilado y quizá el número de carrozas participantes sea menor. También saldrán a la calle las esculturas de la Lalín Pork Art, reparto de pines entre los restaurantes participantes, y en torno a la nueva semana grande, se programarán actividades culturales y de ocio. También hay intención de preservar la Matanza Tradicional do Porco. No habrá gala televisiva desde el multiusos y, según Crespo, se negociará con la TVG la posibilidad de que la entrega de los premios de periodismo y gastronomía en el programa Luar también se pospongan al viernes 7 de mayo. El espectáculo televisivo del Lalín Arena, con más de 3.000 personas, ya se había descartado por razones obvias.