Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Come las zamburiñas y corre

Dos jóvenes recorren restaurantes de la zona realizando comidas y cenas copiosas y marchándose sin pagar la cuenta

El Restaurante Río Liñares fue uno de los que fue objetivo de un “simpa”. | // BERNABÉ/ANA AGRA

El Restaurante Río Liñares de A Estrada fue el primero en dar un paso al frente para denunciar que habían sido víctimas de un simpa. “Necesitamos contar lo que nos ha pasado en el servicio de comidas del mediodía de hoy. Primero porque nos lo pide el cuerpo por la rabia e impotencia que tenemos y segundo por poner en alerta a los compañeros de profesión”, explicaron a través de las redes sociales desde el establecimiento estradense el pasado lunes. Esta declaración pública surtió el efecto deseado, ya que sirvió como aviso a otros restaurantes de la zona, pero también para que otros compañeros que habían sido víctimas de acciones similares también diesen un paso al frente. La sorpresa sin embargo es que los protagonistas del simpa se repetían en todos los casos registrados recientemente.

En la cuenta de los dos jóvenes que protagonizaron los robos figuran numerosas cenas y comidas en las que no escatimaron en gastos y que terminaron dejando sin pagar huyendo con el mismo vehículo. La Guardia Civil ya ha recibido las pertinentes denuncias y busca en estos días a los protagonistas. “Si lo denunciamos ya no es por el dinero, sino por la rabia que te da que te hagan algo así”, explica la gerente del Río Liñares, Belén Gorís.

Desde el establecimiento explicaron su caso en concreto, aunque este no dista mucho del que se vivió en otros locales de la zona de A Estrada, llegando incluso a restaurantes de Cesures. “Recibimos la visita de dos comensales que pidieron de comer a la carta y se pegaron un homenaje a base de langostinos, zamburiñas, croca, postre… todo transcurría con normalidad hasta que decidieron hacernos un simpa en toda regla”.

Tras dar buena cuenta de la comida, los dos jóvenes de unos 35 años, pidieron café y chupito. Mientras se los servían se levantaron con la excusa de ir a fumar un pitillo fuera del restaurante. Para hacerlo incluso pidieron un mechero a los camareros del establecimiento. Sin embargo, una vez fuera, ya no volvieron a entrar, abandonando el lugar con su vehículo. “Tenemos rabia porque con el pan de nuestros hijos no se juega, pero en el fondo nos surge cierta satisfacción al conocer sus caras y el coche en el que se fueron sin despedirse”, explicaron desde el Río Liñares inicialmente. Sin embargo, tras las llamadas y avisos desde otros establecimientos que sufrieron casos similares, comprobaron que la descripción y el modelo del coche coincidía, llegando incluso a contar con un vídeo del vehículo.

Desde establecimiento estradense confían en la labor de las fuerzas de seguridad para dar con los protagonistas y de esta manera poder poner fin a su hasta ahora impune ruta de simpas por la zona.

Compartir el artículo

stats