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El Gordo de las vacas flacas

La ilusión en un año de crisis anima a los ciudadanos a formar colas durante todo el día ante las administraciones de lotería de las comarcas para el sorteo de esta mañana

Colas ante una administración de lotería de Lalín. | // BERNABÉ/ANA AGRA

El soniquete de San Ildefonso es como las campanadas de Nochevieja. Las combinaciones numéricas que cantan los niños mientras sostienen las bolas que salen del bombo marcan el inicio de la Navidad, igual que el reloj se encarga de anunciar, en la medianoche del 31 de diciembre, que arranca un nuevo año. Incluso aquellos que tienen exacerbado el espíritu navideño tendrán complicado este año emocionarse por la llegada de las fiestas. Es imposible que sean como siempre en un año que lo ha cambiado absolutamente todo. Sin embargo, las colas que se formaron ayer en las puertas de las administraciones de lotería de Lalín y A Estrada demuestra que la ilusión, como la esperanza, es lo último que se pierde.

La venta de décimos para el Sorteo Extraordinario de Navidad arranca todos los años en los meses de verano. En este 2020, también, aunque pudiese dar la impresión de que los boletos llegaban antes de tiempo, después de una primavera robada por los meses de encierro. “Con el confinamiento la venta se ralentizó”, explica desde A Estrada Ángeles Bahamonde Amor. Señala que en el verano estos décimos se venden especialmente entre los turistas. Sin embargo, este año las cifras de visitantes también se vieron sensiblemente mermadas por la crisis sanitaria. “Enviamos lotería a muchísimos sitios de España, a gente que no pudo venir este año y nos pidió que se la mandásemos a través de empresas de transporte”, indica la responsable de la Administración de Lotería Número 1 de la capital estradense.

Aunque la distribución de estos décimos comenzase lenta, de un tiempo a esta parte creció exponencialmente, hasta el punto de que en estas oficinas las colas se mantuvieron ayer durante todo el día. Los teléfonos no paraban de sonar, previsiblemente para solicitar números en los que depositar la confianza de prosperidad en el sorteo de esta mañana. En época de vacas flacas como las que tocan, el Gordo es todavía más deseado. “A pesar de la COVID, la ilusión está presente. El último día nadie quiere quedar sin lotería”, apunta esta lotera estradense. Sostiene que todavía es pronto para señalar si se vendió más, menos o igual que en 2019, aunque asume que no hay sector que, en mayor o menor medida, no note los efectos de esta pandemia.

“La Lotería de Navidad funciona”, reconoce desde la Administración Número 2 de Lalín Manuel Fernández Buján. Incide en que este juego es una tradición más de la Navidad, en el que cada uno participa en función de lo que le permite el bolsillo. En ambos establecimientos las medidas de distanciamiento y seguridad acrecentaron ayer, todavía más, las colas de ciudadanos deseosos de llevarse a casa un pellizco de suerte.

Estos dos loteros coinciden en subrayar que los clientes demandaron de forma especial este año la terminación en 20, combinación repetida en un año que pasará a la historia aunque sean muchos los que estén deseando despedirlo. “Conseguirlo es misión imposible”, asegura Ángeles Bahamonde. Entre quienes quieren rizar el rizo de la superstición a la hora de escoger el número que podría hacerlos millonarios después del sorteo de esta mañana están los que buscan en estas administraciones el 14.320, coincidiendo con la fecha del estado de alarma, decretado el pasado 14 de marzo.

Además de las fechas de nacimientos y aniversarios que muchos buscan con el deseo de que el Gordo las celebre, los impares triunfan tanto en Lalín como en A Estrada, además de la terminación en 0. Manuel Fernández subraya que muchos prefieren los números altos y que algunos clientes de su administración son fieles a los números que se juegan en la zona desde hace años. Lo mismo sucede en A Estrada. El 25.148, que se vende en el Bar Andalucía, está agotado desde hace dos meses. También lo está el 20.928, que viene íntegramente para A Estrada, y el 71.096 tiene también su tirón, dado que es el que juega el Concello. En Lalín se apuesta por combinaciones como el 86.605, el 20.150 o el del Barcelona, el 22.352.

En las dos capitales comarcales las esperas se sucedieron ayer frente a estas administraciones, sin importar la lluvia o el frío. Después de un año como este, hoy será, más que nunca, el día de la salud. El 2020 ha confirmado que es lo más importante, pero sorteos como el de Navidad evidencian que la ilusión también ayuda a vivir.

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