El pasado 23 de septiembre se cumplían 125 años del nacimiento del aviador Joaquín Loriga, uno de los hijos ilustres de Lalín. En el Pazo de Liñares, donde nació, se llevó a cabo un homenaje en el que, con su figura presente, se abordó no solo una semblanza del militar trágicamente fallecido con solo 31 años en un accidente aéreo.

Se presentó la publicación Pazo de Liñares, autoría de Daniel González Alén y Francisco Rubia (que no pudo estar presente. También intervino el arquitecto Javier Bugallo, director de obra de la rehabilitación de la casona adquirida por el Concello y explicó cómo fue el proceso, iniciado en 2011 y rematado en 2013. El acto contó con la presencia del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, además del alcalde, José Crespo. Éste desgranó la evolución del pazo y dijo que los visitantes valoraban las imágenes sobre la evolución del inmueble, donde hay una sala de este hijo ilustre.

El piloto Amador Outón explicó su experiencia personal dentro del Ala 12 del. Ejército del Aire “Los pilotos no mueren, solo vuelan más alto”, dijo en una frase que dedicó a Loriga. “Este pazo es algo más que un pazo”, dijo Rodríguez y recordó el empeño de Crespo por recuperar ”uno de los mejores bienes patrimoniales de la comarca”.