La hostelería de los cuatro municipios de las comarcas de Tabeirós-Terra de Montes y Deza afectada por las restricciones impuestas a causa de la pandemia del COVID –A Estrada, Lalín, Silleda y Cerdedo-Cotobade– podrá reabrir al fin mañana. Es un “alivio” y un “respiro” para un sector que, sin embargo, le teme a la nula rentabilidad de una actividad que tendrá que llevarse a cabo con ciertos condicionantes de aforo y horas de cierre, distintas según los nuevos niveles de restricciones aplicados por la Xunta, en base a la decisión adoptada por el comité clínico que le asesora teniendo en cuenta los niveles de incidencia de la pandemia en cada municipio, que hizo públicos en la mañana de ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

A Estrada es el concello más beneficiado por las nuevas medidas anunciadas. Se sitúa en el nivel básico de la desescalada, el reservado a los concellos cuya incidencia de casos de coronavirus se sitúa por debajo de 100 en municipios de más de 10.000 habitantes (ayer presentaba una tasa de 93, con 10 casos activos) o de 150 en los de menos.

Sin cierre perimetral

Gracias a ello, pierde el cierre perimetral del municipio y su hostelería podrá trabajar al 50% de aforo en el interior de los locales y al 75% en el exterior, quedando fijada su hora de cierre en las 23.00 horas. En cuanto a las reuniones, estaránlimitadas a un máximo de 6 personas, que podrán ser convivientes o no.

Aunque esta última limitación y el cierre a las 23.00 horas también les serán de aplicación a la hostelería de los concellos de Silleda y de Cerdedo-Cotobade, sus hosteleros tendrán que luchar contra los efectos de otro hándicap, como el de Lalín (aunque en menor medida que este). Los tres ayuntamientos seguirán afectados por las limitaciones a la movilidad interna, que mantiene el cierre perimetral en las zonas con los niveles de mayores restricciones (máximo, medio-alto y medio). De ellas solo se podrá salir o entrar por causas justificadas, sin que los vecinos de un municipio de un determinado nivel puedan entrar a un ayuntamiento colindante si se sitúan en niveles de restricciones diferentes. Y este es, precisamente el caso de Silleda y de Lalín. Históricamente interconectados, tendrán frontera debido al coronavirus al situarse en dos niveles diferentes.

Y es que Lalín ha quedado englobado entre los municipios de nivel medio-alto por COVID, el reservado a los ayntamientos de más de 10.000 habitantes con una incidencia de entre 150 y 250 en 14 días por 100.000 habitantes.Y, por tanto, su hostelería deberá reabrir con un 30% de aforo en su interior y de un 50% en el exterior. Si estas condiciones ya son limitantes, también lo serán la obligatoriedad de cerrar sus puertas a las 17.00 horas y el establecimiento de la agrupación máxima en cuatro personas, ya sean estas convivientes o no.

Así las cosas, la Asociación de Hosteleiros da Estrada y la Asociación de Empresarios de Deza (AED) –si bien se felicitan de quedesde mañana, viernes, se vaya a permitir la apertura de la hostelería ponen en duda que, con las restricciones impuestas, el sector vaya a poder superar la grave situación en la que le ha sumido la falta de recursos debido al cierre forzoso de sus establecimientos mientras que siguen haciendo frente a los pagos habituales de sus negocios.

En concreto, el presidente de la Asociación de Hosteleiros da Estrada, Manolo Bascuas, señaló que, si bien la hostelería local se siente “moderadamente satisfecha”, no puede evitar tener ciertos recelos. “Sigue habiendo contagios”, señaló Bascuas, y aunque la reapertura de la hostelería es “un buen comienzo” de cara a la Navidad –al volver a la situación que había antes del cierre de noviembre– existe “preocupación” por cuál pueda ser la “evolución” de la pandemia y que este motive algún paso atrás. Entiende, a priori, que los efectos de las nuevas medidas en la hostelería tendrán un efecto desigual según cuál sea su orientación. Considera que “será bueno para las cafeterías” –y, consiguientemente, también para el comercio– pero tiene más dudas de que para los restaurantes vaya a ser rentable trabajar. La Navidad es uno de los momentos fuertes de la restauración estradense, con varias firmas que suman numerosos comensales en reuniones familiares, de amigos o de empresa e incluso que organizan cada año cenas-baile. Pero este año no se harán. Y no resultaría descabellado pensar que algún restaurante solo abriese los fines de semana o en horario reducido, al resultarle imposible rescatar con tan poco volumen de negocio a su personal en ERTE. No obstante, como siempre, el sector se prepara para dar lo mejor de sí mismo y espera contar con la confianza de sus clientes. Tiene listas todas las medidas de prevención. Justo antes del cierre, la Asociación de Hosteleiros da Estrada distribuyó entre sus 43 asociados el último aporte de gel hidroalcohólico subvencionado por el Concello.

También el vocal de la hostelería en la AED, Álex Iglesias, apunta a la situación que atraviesa el sector. “Siempre que cedan un poco”, dijo en alusión a la reapertura autorizada para mañana, “es muy bueno” pero subrayó que en Lalín los locales son pequeños y ello plantea un problema a la hora de aplicar reducción de aforos. “Limita mucho para llevar a cabo una actividad económica rentable”, apunta. A mayores, también lastrará la rentabilidad tener que cerrar a las 17.00 horas. “No tendremos servicio de cenas” y, por tanto, ello implica “trabajar al 50% de la capacidad de los negocios”. Sumado a la reducción del aforo del 30% en el interior de los negocios al mediodía, “estamos a 15% de aforo real diario”, resumió.Y, “lo peor”, consideró, es que el cierre perimetral de Lalín que continúa y que, dada la diferencia de nivel con Silleda y A Estrada, aun les “deja más encerrados que antes” reducirá notablemente su clientela. “Solo vamos a teneer el mercado de Lalín cuando mucha de nuestra clientela viene de fuera, de concellos limítrofes... Son viajantes, personas que vienen a reuniones de empresas...”, detalló. Además, agregó, cabe tener en cuenta que la restauración de Lalín siempre se encuentra a estas alturas del año en “temporada medio-alta” por el Cocido. “Arranca el 15 de octubre. Estábamos trabajando bien y llegó el cierre. Fue un golpe duro” y las expectativas, a priori, no son muy halagüeñas. De hecho, admite que “la situación es peliaguda”. No obstante, le pide a la ciudadanía que “se porte bien” y “respete” al máximo las recomendaciones sanitarias “para que cambien los números y poder abrir”. “Para poder tener un respiro. De eso depende la economía”, hizo notar. “Quedó claro que la hostelería no es culpable de lo que sucedió. Con las medidas de seguridad y distancia que tomamos es prácticamente imposible contagiarse en un local hostelero. La mayoría de los contagios son de reuniones familiares. Entiendo que la gente tiene ganas de salir tras estar encerrada en casa. Pero hay que darse cuenta de que las matanzas y las fiestas familiares son un foco muy grande de contagios. Por un año que no se haga matanza con fiesta no pasa nada”, señala, apelando a la “sensibilización colectiva”.

También los alcaldes de A Estrada, Lalín, Silleda y Cerdedo-Cotobade se pronunciaron ayer sobre la situación y las nuevas medidas. El de A Estrada consideró que es “una muy buena noticia” y valora especialmente lo que supondrá para los hosteleros que le llamaban a diario y le confesaban estar pasándolo mal. A Estrada “nació hace 150 años por ser un cruce de caminos y su d comercial” y hostelero. Y ese “dinamismo” sigue hoy. “Sin ellos no somos nada”, admitió, alegrándose de la apertura. La atribuyó al exitoso modelo de gestión de la pandemia, que “funciona y es un ejemplo”. “La coordinación del centro de salud con el Concello está siendo fantástica. El centro de salud y su coordinador son el piloto y el Concello el copiloto. Hablamos varias veces al día” y, agregó, al actuar “sin que haya un interés político a la hora de tomar decisiones sanitarias”, se logra una agilidad máxima a la hora de tomar decisiones. Y, paralelamente, redunda en el “compromiso extraordinario” de los vecinos. Pide extremar las medidas para no dar ni un paso atrás. “Es un lujo que no nos podemos permitir”, sentenció. El Concello ya trabaja en colaboración con comerciantes, hosteleros y patronal –a través de Cultura y del edil de Promoción Económica para dinamizar la Navidad con muchas actuaciones de calle, que se verán favorecidas por la apuesta por humanizaciones.

También el de Lalín, José Crespo, se pronunció sobre las nuevas medidas. Admite que le gustaría “haber salido ahora” como A Estrada “pero hay que recordar que cuando fuimos confinados, A Estrada tenía la mitad de los casos” que Lalín. “Vamos por buen camino, estamos cerca del 150 de incidencia media acumulada a 14 días” y cuando se baje “nos quitarán las restricciones”. Confía en que pueda ser la próxima semana. Y, para ello, apela a “extremar las medidas”, especialmente en matanzas y reuniones familiares o amigos. También incidió en el apoyo al tejido productivo con 500.000 euros para hostelería, comercio y peluquerías. Defiende que cuando pase la pandemia se verá que Lalín fue de los que “más dio en Galicia a fondo perdido”. Entre las dos olas, aportó un millón de euros. También se devolverá íntegramente lo que los hosteleros pagaron por las terrazas.

Por su parte, el munícipe de Silleda, Manuel Cuiña, valora el “alivio” en las restricciones pero siente frustración e impotencia porque “no sabemos qué más podemos hacer”. “No bajamos todo lo que deberíamos” pese a que “la ciudadanía está cumpliendo muy bien las reglas”. Al quedar aislados de A Estrada y Lalín, se ven perjudicados. Valora que la hostelería pueda dar servicio a los silledenses y a quienes por trabajo puedan parar en el municipio. Paralelamente, cree que ello beneficiará al comercio. Las restricciones en actividades culturales y deportivas seguirán. Espera que Silleda pueda mejorar de nivel tras el puente y así afrontar una Navidad en buenas condiciones. Estropearlo, apunta, “sería una catástrofe”.

Finalmente, el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, también mostró su “alegría responsable de que la hostelería pueda abrir”. Pide “responsabilidad y conciencia” a los vecinos. “Tenemos el virus muy cerca”, dice, pero, con sentido, les anima a “que consuman responsablemente y de forma activa para favorecer a cafeterías, bares y restaurantes locales”. Espera mejorar para poder reabrir antes de Navidad.

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

“Animo a los vecinos a consumir con sentido pero activamente para apoyar a la hostelería”

Jorge Cubela López - Alcalde de Cerdedo-Cotobade

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

“El modelo de gestión con el centro de salud de piloto y concello de copiloto funciona”

José López Campos - Alcalde de A Estrada

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

“Hagamos las cosas bien para salir lo antes posible. Estamos así por las confianzas”

José Crespo Iglesias - Alcalde de Lalín

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

La hostelería de los municipios cerrados reabre mañana, pero con temor a una nula rentabilidad

“Abrir la hostelería es un alivio pero no saber qué más se puede hacer da frustración”

Manuel cuiña fernández - Alcade de Silleda

Lalín pasa de 45 a 35 casos activos y A Estrada y Silleda siguen a la baja

El Concello de Lalín redujo ayer en nada menos que en diez sus casos activos, pasando de los 45 del día anterior a los 35 de ayer. Según apuntó el alcalde José Crespo ayer, roza ya la cifra de 150 de incidencia acumulada a 14 días. Así las cosas, mira con esperanza al futuro, confiando en que en la próxima reunión llegue la “suerte” que traiga aparejado el levantamiento de las restricciones. Por su parte, A Estrada y Silleda siguen consolidando la tendencia a la baja en casos activos de COVID. Mientras que en Silleda se contabilizaban ayer 21 casos activos –uno menos que el día anterior– y se registraba una tasa de incidencia acumulada de 214 en los últimos 14 días, en A Estrada la cifra de casos activos –al sumarse un nuevo curado- caía a 10– situándose la tasa de incidencia acumulada en 93. Gracias a bajar del 100 logró salir del cierre perimetral pues ese fue uno de los factores que el comité clínico tuvo en cuenta para radicar al municipio estradense en el grupo de municipios de nivel básico. Por otra parte, también se negativizaron ayer, al fin, dos casos de trabajadores de la residencia Nosa Señora das Dores de Forcarei. Y, en los colegios, A Estrada mantiene un positivo en el CEIP Manuel Villar Paramá; Agolada, otro en su colegio; Lalín, uno en el de Vilatuxe y otro en el IES Laxeiro; y, por último, Silleda, tres en el CEIP de Silleda, uno en el CPR María Inmaculada; y otro en el IES Pintor Colmeiro.

El PP afea la falta de ayudas de la Diputación

El PP critica que la Diputación de Pontevedra sea la única de Galicia que “rechace expresamente repartir un solo euro en ayudas para que autónomos, pymes y hostelería puedan afrontar las pérdidas y perjuicios ocasionados por el COVID”. La demanda de los populares en el último pleno topó con la oposición de PSOE y BNG, cuyo edil en Lalín apoyó una moción para añadir a la Diputación entre las administraciones que deben aprobar ayudas directas para el comercio y la hostelería. “No se trata de si es competencia o no de la institución provincial, es cuestión de voluntad política”, opina el diputado por Deza y alcalde de Rodeiro, Luis López. Tampoco es cuestión de capacidad económica, porque “hay de donde sacar” 10 millones de euros para un plan específico. Como Lalín, desde Rodeiro se hace también un llamamiento a extremar las precauciones en las matanzas de cerdos que se avecinan en pleno avance de la COVID. “Estamos en el peor momento desde que se inició la pandemia”, dice el alcalde, que exige “responsabilidad o la que se puede armar puede ser muy gorda y con nefastas consecuencias para los vecinos”. Por eso, les pide que usen mascarillas y extremen las medidas de seguridad en las matanzas y que “cada uno vaya a comer a su casa” para evitar contactos en espacios cerrados.

CxL tilda de “error estratégico” los bonos de la AED

Compromiso por Lalín tilda de “un error estratégico” los bonos que anuncia la AED, pues no llegarían a personas “en dificultades económicas que no puedan permitirse el lujo de comprar algo”, a diferencia de la tarjeta de 40 euros que propuso CxL para todos los mayores de edad. “Solo taparía agujeros inmediatos, como el Lalín Porvir”, afirma el edil José Manuel Fernández, cuando el sector demanda “un plan de rescate”. “Hay que poner en circulación un millón de euros, entre bonos, ayudas directas y exenciones –dice–. Dar dinero a los comercios para que bonifiquen a los clientes es hambre para mañana”. “Seguramente en las comidas de dudosa legalidad de Crespo, Lamas y Karen Fernández en Vila de Cruces, mientras la hostelería de Lalín está cerrada por la Xunta, quisieron diseñar un sistema para no tener que darle la razón a Compromiso, cuyas propuestas son las escogidas en las encuestas de la plataforma en lucha por el comercio”, concluye.