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Los escaparates de Progreso se mojan

Veinticinco de los 40 negocios de la calle lucen carteles contra el proyecto de humanización y otros 15 no los tienen | Otra decena de bajos que albergaron empresas están cerrados

Los carteles contra la reforma pueblan la mayoría de los establecimientos de la calle. Bernabé / Javier Lalín

Las opiniones enfrentadas que suscita en toda Silleda el proyecto de humanización de Progreso tienen su reflejo en la propia calle, paradigma de lo que sucede en el pueblo. La división se visualiza en la presencia o no de los carteles que rezan, en letras blancas sobre simbólico fondo negro de luto: Non á reforma da rúa Progreso, eso é a morte do comercio. Hasta 25 de los 40 negocios con actividad que hay en la calle lucen los letreros de protesta, mientras que la quincena restante no los tiene o, al menos, no se perciben desde el exterior. Aunque alguno lo tiene claro: “Ni lo tengo ni lo voy a tener”, afirma un vecino ligado a la hostelería. En definitiva, más de un tercio de los establecimientos (37,5%) no hace patente su oposición a la iniciativa promovida por el Concello de Silleda, mientras que el 62,5% sí lo refleja en escaparates, puertas o ventanas.

No hay un patrón entre los que rechazan el proyecto tal como está perfilado y los que no lo hacen. Así, entre los negocios que cuelgan el luctuoso cartel hay bares; bazares; peluquerías; tiendas de ropa y de fotografía; almacenes de material de construcción, de pintura y de productos agrarios; centros de salud, deporte y ocio; una librería; una droguería; la lavandería; la carnicería; la pescadería; el estanco o la administración de lotería. Mas entre los que no disponen del letrero a la vista también figuran bares; comercios de alimentación y de agricultura; otra droguería; otra librería; otra peluquería; dos relojerías; o clínicas odontológicas; además de una sucursal bancaria y la sede de un partido político (PSOE).

Asimismo, en Progreso hay en torno a una decena de bajos que albergaron negocios y que hoy están cerrados, de los que solo dos lucen los carteles en contra del proyecto. En cuanto a los edificios residenciales, son ochenta los portales numerados en la calle –entre bloques comunes y viviendas unifamiliares– y, por lo menos, tres de ellos muestran los negros carteles, que también pueden verse en un par de pisos particulares.

Evidentemente, el movimiento de protesta aglutinado en torno a la plataforma Salvemos a Rúa Progreso no se limita a esta histórica arteria. Otros empresarios y vecinos, en general, de la localidad se adhieren y muchos de ellos lo demuestran gráficamente.

Por su parte, la Asociación de Empresarios e Comerciantes de Silleda (ECOS) ha lanzado una encuesta por correo electrónico entre sus 78 asociados, pero apenas ha tenido respuesta. Por ese motivo, ayer envió a una persona a realizarla, garantizando el anonimato de los socios, de paso que repartía material. Las preguntas que formula son si está a favor o en contra del proyecto o si no opina, y también si quiere o no que la asociación se posiciones oficialmente sobre el asunto.

La plataforma se desvincula de la política

Los comerciantes y vecinos agrupados bajo el paraguas de la plataforma Salvemos a Rúa Progreso se desvinculan de la política y, por eso, aseguran que, “de momento”, no se reunirán con ningún partido, a pesar de la intención anunciada por el portavoz del PP de convocarles al no hacerlo el gobierno local. “No queremos que se utilice esto con fines políticos o partidistas”, afirman desde el colectivo, al tiempo que corroboran que “nadie” se ha puesto en contacto con ellos. La última, y única, cita oficial con el gobierno municipal fue en febrero, cuando ya le pidieron una solución al recorte de plazas de aparcamiento. Han puesto en marcha una recogida de firmas, en la que colabora “gran parte de los comercios” de la localidad y aseguran estar teniendo mucho apoyo, sobre todo de vecinos del rural, disconformes con la reducción de estacionamiento. “Queremos una solución a ese tema, que es lo que reivindicamos desde el principio”, alega una comerciante de Progreso. Pero, insiste, “la plataforma es totalmente apolítica y, de hecho, tenemos gente de todas las ideologías”, reitera una de las impulsoras de la movilización, cuyo único objetivo pasa por “defender nuestros intereses como comerciantes y como vecinos”. “No queremos para nada que se intente politizar nuestra plataforma, que no tiene nada que ver con cuestiones políticas”, declara.

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