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De ilusión también se vive

En un contexto de crisis comercial generalizada, la particular actividad a la que se dedican algunos negocios les permite mantener, o incluso incrementar, sus resultados

Juguetería de A Estrada. Derecha, lotería en Lalín y, abajo, reparto de paquetería.

Juguetería de A Estrada.

Lotería en Lalín

Reparto de paquetería.

Nunca como este año se espera que el reloj marque la medianoche el 31 de diciembre. El 2020 se veía curioso en el calendario cuando el 2019 apuraba sus últimos días. Su combinación numérica parecía llamarlo a ser un año de grandes cosas. Y lo está siendo, pero de un modo completamente distinto a como se podría desear. Han sido meses oscuros, tristes, incluso desesperantes. Meses en los que un virus sembró el miedo para que germinase una nueva normalidad, que justamente se basa en su carácter anormal. El SARS-Cov-2 protagonizó cada uno de estos meses, tiñéndolos de pérdida y de nostalgia por una vida que ahora solo se añora. Pero, si desde del punto de vista sanitario fue un año nefasto, sus consecuencias económicas no se quedan atrás, y todavía solo las está dibujando. En un país de bare, la hostelería está en muchos municipios con las puertas cerradas, sin olvidar el efecto dominó que ello genera para muchos sectores. El comercio ha sufrido también el mazazo de la pandemia, al igual que el sector turístico. Si embargo, en un momento en el que la crisis comienza a mostrar su cara mientras crece la desesperación por no acabar de ver la luz al final del túnel, existen negocios que, bien por la proximidad de la Navidad o por la actividad que les es propia, hacen suyo aquello de que de ilusión también se vive.

“La gente tiene ilusión por seguir adelante, por seguir viviendo”, apunta Manuel desde la Administración de Lotería Número 2 de Lalín. Reconoce que el hecho de que la hostelería esté cerrada hace que no se esté vendiendo lotería a través de los bares. Sin embargo, reconoce que en sus instalaciones el ritmo de ventas se mantiene como lo ha hecho siempre, simplemente que contemplando las necesarias medidas de seguridad. “Los juegos no tuvieron parón. Como está abierto, la gente sigue jugando como siempre”, expone. En su negocio se vende ilusión y, ahora más que nunca, hace falta.

En un momento en el que, el que más y el que menos, se rasca el bolsillo para meter en él los sueños que confía a un décimo de lotería de Navidad, explica este lotero lalinense que el número terminado en 20 se agotó, después de que muchos clientes demandasen la terminación que coincide con el año de la primera pandemia del siglo –la primera también de los últimos cien años– y que muchos están deseando despedir, con la esperanza de que el 2021 venga preparado para compensar todo el daño que hizo su antecesor.

“El mundo del niño, cuando hay una época de crisis, incluso puede incrementar las ventas o, por lo menos, suele mantenerlas”, explica Alfredo González desde la juguetería Tiko Doco de A Estrada. Asume que la difícil situación afecta de manera generalizada al sector comercial, si bien reconoce que, en especial en fechas como las que se avecinan, uno prefiere privarse de cosas para sí y que sus hijos mantengan intacta toda su ilusión y esperanza.

La pandemia ha tenido, con todo, un impacto hasta en los juguetes. Además del triunfo de juegos ligados a la salud, los de mesa viven un momento de esplendor, quizás ayudados por la experiencia del confinamiento. Son muchos los que se quieren asegurar, con la excusa de estas fiestas, de tener en casa algunos de los juegos más divertidos del momento, sin olvidarse de dejar bajo el árbol algunos de los clásicos –incluidos los tradicionales parchís, oca, bingo o ajedrez–, los de aprendizaje, experimentación y manualidades o los puzzles, de cuantas más piezas mejor. Desde el sector se pone el acento en que quien quiera regalar este año una bicicleta no debería pensárselo mucho, subrayando que falta stock.

La paquetería no ha dejado de moverse en estos tiempos, incluso en los días más crudos. En ViaDeza, lo saben bien. La carga de trabajo les llevó este sábado a hacer retenes y para hoy está prevista la incorporación de tres nuevos trabajadores. Más de una treintena de personas se ponen en estos momentos se al servicio de que los paquetes lleguen puntuales y en perfectas condiciones a sus destinatarios. La que se considera única operadora de transportes de la comarca ve notablemente elevados estos días –con campañas como la del Black Friday o la cercanía de la Navidad– su carga de trabajo. En estos momentos el volumen de envíos que maneja se eleva en 850 por jornada, picando los 2.000 diarios. Y esos son muchos paquetes.

La ilusión, ya sea en forma de juguete, de boleto de lotería o de aguardado paquete ha hecho que estos negocios se mantengan a flote en un momento en el que, el que más y el que menos, puede sentirse hundido. De ilusión también se vive. Y a ella hay que agarrarse.

Muñecas con mascarilla y juegos de virus

La pandemia nos ha cambiado a todos. Tanto, que hasta se ha colado en los lineales de las jugueterías. Entre los “top ventas” de este año –caso de los juegos de mesa, las muñecas reborn o los SuperZings– se incluyen juegos en los que la palabra “virus” es el gancho. Están aquellos de cartas, previamente existentes, llamados directamente así –en su versión uno y dos– y otros que se presentan como Stop the virus (Detén el virus), más ligados al coronavirus. La situación sanitaria también afecta a la moda de las muñecas de toda la vida. Existen ya algunas de las más clásicas, como la eterna Nancy, que vienen con mascarilla, mientras que otra conocida marca de muñecas regala este complemento por la compra de algunos de sus bebés reborn. Los famosos Bellies vienen en una de sus novedades con un virus tester, casi a modo de PCR.

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