El vecino de Ramil (Agolada) Alberto Varela sufrió un nuevo ataque del lobo tras un año. Se produjo en la madrugada del miércoles. “Me estaba levantando y escuchaba los berridos de los animales que se encuentran a un kilómetro de mi vivienda; antes de ir para la explotación, decidí pasar por allí y ya me encontré con el suceso”, apunta el vecino.

A su llegada vio una novilla, que estaba en el terreno cercado, tirada en el suelo con mordeduras, pero aún viva. “Tuvimos que sacrificar el animal y llamamos a los agentes para tomar nota y ya nos dijeron que hacía unos días que habían escuchado que el animal debía andar por la zona”, explica apenado. Junto a esta novilla había otras 15 que no sufrieron daños.

El año pasado, en este mismo mes, ya tuvo otro ataque de lobo en el recinto. “Me pagaron los daños hace un mes, porque esto va así, con mucho retraso”, recalca Varela, que reseña que “hasta ahora el animal estaba tranquilo” y espera que “no haga más daño”.