Tiene apenas seis años y se desenvuelve delante de la cámara con una naturalidad que no ha pasado desapercibida incluso para quienes lo conocen. Aarón Fernández Dacosta estudia en el Colegio María Inmaculada de Silleda, donde empieza a ser una celebridad gracias a sus vídeos “científicos” en el canal YouTube. Lorena Dacosta, madre de este aprendiz de Einstein, explicaba ayer desde el confinamiento –guarda cuarentena por haber estado en contacto con un positivo por coronavirus– que “todo esto se le ocurrió a mi madre, su abuela, Julie. Quiso hacer una serie de actividades con los niños de la academia de inglés que tenemos y Aarón escogió la ciencia. Al crío le gusta mucho el protagonismo y le dijo a su abuela que le grabara, y ahí empezó todo. Yo creo que la forma que tiene de hablar delante de la cámara la copió de otros vídeos que vio en YouTube”. Lorena recuerda que su hijo “siempre dijo que quería ser youtuber pero nosotros, como es muy pequeño, queríamos que fuera algo educativo lo que hiciera delante de la cámara” y explica que Aarón “hace experimentos con cosas que puede encontrar en casa. Incluso la profesora que tiene en el Colegio María Inmaculada de Silleda le muestra los vídeos a sus compañeros cada lunes en clase porque el crío los graba los viernes”.
El niño trasdezano protagonista de los vídeos de YouTube explicaba ayer que “el que más me gustó hacer fue el vídeo del globo que corría”. Preguntado por su indumentaria delante de la cámara, Aarón Fernández no duda en indicar que “me pongo la bata blanca porque así no me mancho la ropa que llevo por debajo”. Y en cuanto a su futuro como youtuber reconoce que “no sé el tiempo que seguiré haciéndolos pero estaré mientras me guste”. Mientras tanto, títulos como Nieve, La invisibilidad, Ilusión óptica, Suena la gallina o Lámpara de lava son visionados con frecuencia por espectadores de todas las edades tanto de Silleda como de otros puntos geográficos. Lorena Fernández se ríe cuando recuerda lo que están gustando las intervenciones de su hijo entre sus amigos y subraya el hecho de que no se le diera por “cosas como el Fortnite o juegos típicos que tanto le gustan a los críos hoy en día” para centrarse en su afición por los asuntos científicos. Mientras tanto, Aarón y su abuela Julie siguen pensando nuevos experimentos caseros para alimentar un canal digital que está sirviendo de trampolín a este jovencito tan dicharachero.
