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Los “beneficiados” del cierre perimetral

Hosteleros de los concellos limítrofes a los cerrados perciben un aumento de clientes, sobre todo trabajadores

Locales de Cruces con más clientela por la normativa vecina. | FOTOS: BERNABÉ/ ANA AGRA

Lalín, Silleda y A Estrada llevan una semana cerrados perimetralmente, con la hostelería trabajando con servicio a domicilio o directamente con la verja bajada. Esta situación provoca que trabajadores que antes comían en dichos municipios busquen otras alternativas en la contorna. Aunque hay excepciones de personal que coge la comida para llevar que ofrecen algunos locales.

Rodeiro es uno de los municipios que ha notado el aumento de personas en los locales de hostelería y restauración. “Sí se ha notado algo, pero con la limitación a mitad del aforo, tampoco podemos dar todo el servicio”, explica Rosa Moure del Esmorga. En esta semana “he tenido que rechazar a quince personas en un día porque no tenía espacio; tengo un grupo de trabajadores que viene todos los días a la misma hora y ya tienen reservado”. Añade que por el tema de espacio “no puedo recibir más gente y todos vienen a la misma hora por horarios, pero luego tenemos que desinfectar y volver a colocar todo, estando una sola se hace muy difícil trabajar así”, comenta Moure. Aún así, recalca que “la gente tiene mucho miedo de venir a estos sitios, a pesar de que tenemos todas las medidas de desinfección”. Puntualiza que en el paso de la Vuelta Ciclista “vimos un poco de luz, porque los trabajadores empezaron a comer muy temprano y pudimos dar varios servicios en la jornada; fue un buen día la verdad, ojalá muchos como ese”.

Desde el restaurante de A Latiza afirman que “se ha notado mucho, nosotros tenemos mucho espacio, incluso abrimos los dos comedores para cumplir con la normativa y poder recibir a más gente”. Principalmente son trabajadores que se encuentran por la comarca y ahora no tienen donde comer, o camioneros. “Notamos el aumento de gente desde el sábado pasado, son sobre todo empleados de esta zona”. Sin embargo, en A Roda señalan que “el aumento no ha sido notable, vamos tirando con la gente de siempre, los trabajadores que ya venían antes”. Apuntan que la situación “está complicada porque la gente no se anima a venir a comer fuera”.

Coches aparcados. Bernabé | Ana Agra

Pasando al municipio agoladés, se encuentra Merendeiro do Arnego. Su dueño, Julio Casares, apunta que se ha notado el aumento de clientela “ligeramente”. Sí destaca que por la semana “el volumen de trabajo es alto, porque hay muchas obras en el municipio y eso nos beneficia; la verdad, en ese sentido no nos podemos quejar”, comenta. Sin embargo, los fines de semana la situación es más complicada y por las noches “no hay absolutamente nada”. Sin embargo, Bocatería Pizza Moderna afirma que “no hemos notado nada, de hecho, creo que hay menos gente que antes, igual en otros locales pasa lo contrario”.

En Vila de Cruces, Ana González del A Esghalla afirma que sí “he notado un aumento, no ha sido un volumen considerable, pero si ligeramente”. Apunta que la clientela llega muy espaciada en las horas de la comida, “eso favorece para poder cumplir mejor con las medidas de seguridad, porque si viniesen todos de golpe, no tendría donde meterlos”, comenta. Apunta que el lunes ha sido un aumento mayor, “aunque ese día, por descarte, es una buena jornada laboral, no sé por qué”. Apunta que “dentro de lo negativo que tienen las restricciones, nosotros aún sacamos algo en positivo”. En la Casa Don Dín, del mismo municipio, “el aumento ha sido considerable, tenemos clientela que antes no había así que se ha notado”. Explica que los cambios continuos de las normas hacen que la gente se despiste “y nos llamen para preguntar si estamos abiertos, porque no tienen claro dónde está cerrado”.

Sin incidencias

Por otro lado, en cuanto al cumplimiento de la normativa en los municipios cerrados, las autoridades confirman que no tuvieron que poner sanciones a los establecimientos. Desde los diferentes puestos de la Policía Local de Lalín, A Estrada y Silleda coinciden en que tuvieron que hacer alguna advertencia en las colas para que la gente no quedase consumiendo delante del local, pero sin ninguna incidencia. Lo mismo coinciden desde la Guardia Civil, a la que no le consta ninguna denuncia de sanción.

Cuntis absorbe clientela habitual de A Estrada

La zona de A Estrada cuenta con varios municipios limítrofes con la hostelería cerrada. Hacia el este, Lalín está en su misma situación, mientras que al norte, el Concello de Teo tampoco puede abrir sus establecimientos hosteleros. Eso supone un problema para las numerosas personas que a diario recorren la zona y acostumbran a comer en restaurante de A Estrada o alrededores. Muchos están apostando por hacerse con algunos de los menús del día para llevar que se ofertan en los restaurantes de la zona, mientras que otros han decidido irse al municipio vecino. Los establecimientos de Cuntis han percibido un aumento de clientela desde que se decretó el cierre en un gran número de municipios de Galicia. Es el caso por ejemplo del conocido Don Manuel, un restaurante situado en el centro de la localidad que ha llenado su amplio comedor en varias ocasiones en las últimas jornadas. Señalan que se trata principalmente de gente “de paso”, llegados de diferentes lugares. Otros, como el Patio Andaluz, también han visto incrementada su clientela. En el Bar Río Chico, cercano al límite con A Estrada, también han notado un aumento de clientes, aunque en su caso más a la hora de los cafés, especialmente por la mañana. Especialmente curioso es el caso de A Estrada con Teo y Santiago. Se trata de una ruta de mucho tránsito pero en estos momentos el paso por Pontevea está cerrado y con controles diarios por parte de la Guardia Civil para comprobar que los traslados entre provincias se hacen con causas justificadas. Esto ha provocado que muchas personas se citen en el puente para poder entregarse paquetes.

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