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El Balonmano Estradense despide a su alma máter

Luis Touriño, entrenador y jugador del histórico club de la década de los setenta y principios de los ochenta, fallece a los 78 años

Carlos Durán, Luis Touriño, Josecho, Sito, Canedo (arriba de izquierda a derecha), Lis Mosquera, Daniel Torres, Lucho, Toño Durán y Pedro (abajo de izquierda a derecha), en el Balonmano Estradense.

El equipo, en la pista del Atlético Novás.

Casi cincuenta años después, el equipo continúa reuniéndose.

Carlos Campos abre su álbum de fotografías y aparece su primera ficha. “Era la temporada 74-75”, responde tras analizarla. Los años fallan en la memoria pero los recuerdos permanecen imborrables. Por las fotos que guarda como oro en paño se filtran episodio de una bonita historia de A Estrada, la protagonizada por su equipo de balonmano. Durante ocho años, ese equipo firmó dos ascensos para medirse a los mejores de Galicia. Sin embargo, su legado fue más allá de esos éxitos, con una generación de estradenses que dieron forma a un bonito sueño con un deporte que hasta ese momento no se había practicado en el pueblo.

Hoy, casi cincuenta años después de la fundación del Balonmano Estradense, el equipo está de luto. El motivo es el fallecimiento de un hombre sin el que es complicado imaginar el proyecto del conjunto estradense. José Luis Touriño Fontenla fue enterrado ayer en A Estrada. Falleció a los 78 años de edad, siendo despedido por numerosos amigos y compañeros. “Él fue nuestra alma máter”, explican sus exjugadores, aquellos que recuerdan su vitalidad incansable y su amor por el deporte. “Nos puso a andar y nos convirtió en un equipo”.

La historia de Luis Touriño con el balonmano comenzó sin embargo mucho antes de que este deporte llegase a A Estrada. Nacido en Pontevedra, Touriño se trasladó a Vigo, donde militó en varios equipos de la localidad como el Vulcano, pasando después al Teucro, donde jugó varias temporadas. El destino –el trabajo– lo llevó sin embargo a A Estrada. Corría el año 1974 cuando el jugador llegaba a la villa para convertirse en el director del Banco Pastor. Su traslado sin embargo no pasó desapercibido para un grupo de jóvenes estradenses, que desde hacía unos años se reunían para jugar al balonmano y habían iniciado los trámites burocráticos para federar un equipo en el pueblo.

A través de un amigo se pusieron en contacto con Touriño para ofrecerle que fuese su entrenador. “Primero nos dijo que no, que ya no estaba para esas cosas, pero al final aceptó. No solo entrenó, sino que también jugó. Sobre la pista, marcaba las diferencias”, recuerda Toño Durán.

El Balonmano Estradense inició su andadura en Tercera División gallega, logrando el ascenso con pleno de victorias. Su dominio se extendió la temporada siguiente, firmando de nuevo un claro ascenso a Primera. En esa categoría permanecieron seis temporadas más, en todas ellas logrando la permanencia. Finalmente, el equipo terminó desapareciendo.

En ese tiempo, su hogar fue la pista de cemento descubierta del colegio Pérez Viondi. Ellos mismos la arreglaron, colocando redes y pintando un campo que tuvieron que estirar para poder cumplir con las medidas mínimas. En sus últimos años, tuvieron el honor de inaugurar el nuevo pabellón Coto Ferreiro.

Su desaparición no hizo, sin embargo, que el equipo se deshiciese. Durante las últimas décadas, organizan encuentros anuales en los que recordar viejos tiempos. En el próximo, habrá una importante silla vacía.

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