El coronavirus ha cambiado nuestras vidas. La evidencia se constata también con especial fuerza en el ocio y la cultura. La prevención Covid deja estampas inéditas antes de marzo. Es el caso de un aforo especialmente reducido ante conciertos de gran calidad como el que la mítica banda del folk gallego Milladoiro ofreció en la noche del viernes en el Teatro Principal de A Estrada. Las restricciones motivadas por la fase 2 vigente a esa hora –3 antes de la entrada en vigor de las medidas extraordinarias adoptadas a medianoche– motivaron que Milladoiro sonase más íntimo que nunca, ante tan solo 60 espectadores.

Con la calidad y el saber hacer de siempre, con el que antes de la pandemia sonaban ante miles de personas, sus integrantes pusieron en escena una selección de lo mejor de su música. Era la gira del 40 aniversario de su disco A Galicia de Maeloc –que marcó hace cuatro décadas un hito importantísimo en el panorama internacional del folk– y no defraudaron. Fue una ocasión excepcional para repasar las piezas más emblemáticas de su repertorio. Sonaron sus piezas más célebres del ayerpero también de temas de su nuevo disco, Atlántico, como “Abrente en Ortegal”, “Brañas Mariñáns” o “Mar Antigo”. Incluso hubo tiempo para temas del cine.

Nunca Milladoiro había actuado en un concierto público para un número de espectadores tan reducido. Pero, en palabras de su fundador y percusionista, Moncho García, hay que saber “subir a los palacios y bajar a las cabañas”. No es momento de grandes conciertos. Ya volverán. Toca ahora adaptarse a las limitaciones del Covid y valorar que lo que iba a ser una gira internacional de 40 conciertos que comenzaría en Roma y culminaría en París se hace, aunque con solo 11. Y uno de ellos se celebró en A Estrada.

Sobre el escenario, en un evento tan especial, Milladoiro contó con la colaboración de una joven violinista gallega: Ilduara. Juntos interpretaron tres temas. Fue un aliciente más para una noche especial. Esta había comenzado en el Teatro Principal como empiezan ahora todas: con muchos asientos vacíos y marcados para que no sean ocupados por los espectadores bajo la pretensión de mantener las distancias y con el personal de Cultura ejerciendo de acomodador. Tras el concierto, de nuevo el público aguardó para efectuar un desalojo controlado y mantener distancias. En su retina se llevaban el recuerdo de una noche única y en el corazón la sensación de haber sido unos privilegiados al poder disfrutar de hora y media de concierto del mejor folk gallego e internacional, el de Milladoiro, en un concierto promovido por Turismo de Galicia contando con la colaboración del Concello de A Estrada. “ Milladoiro les agradece su esfuerzo para mantener vivo un sector del que viven muchas familias y que, si no se cuida, puede que, cuando se quiera rescatar, ya no se pueda resucitar.