Julio Mariño Taboada, presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín, falleció la pasada madrugada en el Hospital Montecelo a los 65 años de edad. El malogrado directivo llevaba ingresado en el centro sanitario pontevedrés desde el pasado 25 de septiembre después de dar positivo por Covid-19. Mariño, que deja viuda, un hijo y una nieta, cumplía este año su cuarto año de mandato al frente del colectivo de caza y pesca lalinense después de haber ostentado durante 8 años el cargo de secretario. Además, también fue conocida su trayectoria como futbolista aficionado y técnico de equipos como Laro o Vilatuxe, y en la base del Club Deportivo Lalín. El funeral por su eterno descanso se celebrará hoy a las 17.00 horas en la capilla del Tanatorio O Deza con un aforo máximo de 25 personas. Posteriormente, tendrán lugar sus exequias en el cementerio de A Romea de la capital dezana.

La luctuosa noticia cayó ayer como un jarro de agua fría en toda la comarca dezana, donde Julio Mariño contaba con numerosos amigos y conocidos. Luis Nistal, que pertenece a la directiva que presidía el difunto, reconocía estar consternado tras saber de la muerte de su buen amigo, trabajador en el Juzgado de Paz de Silleda. “Todo lo que se diga en positivo de él es poco. Era una gran persona y un trabajador incansable”, añadió.

Las reacciones por parte de la clase política lalinense tampoco se hicieron esperar. El alcalde de Lalín, José Crespo, quiso trasladar su “pesar y mucho ánimo a la familia y a las amistades de Julio. Se va un buen lalinense”. El regidor también desveló que Mariño estuvo más de 40 días en la UCI del hospital pontevedrés hasta el fatal desenlace y recordó que “toda precaución y prevención son pocas, y todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de ayudar a vencer la pandemia”. En la misma línea se manifestaba el coordinador de Compromiso por Lalín, Rafael Cuíña, que destacó que “Mariño ayudó a dar un impulso democratizador a la sociedad de caza y pesca, y Lalín está en deuda con él. A mi siempre me demostró ser sobre todo una buena persona. Quiero también trasladarle las condolencias a su familia, y decirles que pueden estar orgullosos del legado que Julio Mariño deja en Lalín”.