A Estrada vivió ayer una histórica manifestación. La convocatoria realizada por la hostelería del municipio contó con una gran respuesta vecinal, con más de 300 personas respaldando la causa y dando visibilidad a un sector especialmente castigado por las restricciones a nivel sanitario por la Covid-19 y que en la noche de hoy tendrá que cerrar sus puertas durante un mes. Diferentes sectores se sumaron a esta iniciativa, tanto en la comitiva que recorrió las calles del pueblos simulando un entierro y portando pancartas reinvindicativas, como cerrando las verjas de sus comercios al paso de la manifestación como muestra de respeto y apoyo.
Un salmón en un ataúd
La manifestación citó a todos en la plaza del Concello, donde aguardaba una furgoneta negra con un ataúd y un salmón dentro que guiaría la manifestación. Pronto comenzaron a llegar vecinos, tanto hosteleros como representantes de otros sectores relacionados con la hostelería. La comitiva se completó, sin embargo con personas que, a pesar de no tener relación, decidieron arropar a los hosteleros en esta convocatoria. En el acto también estuvo presente el alcalde de A Estrada, José López Campos, miembros de la corporación y representantes de los partidos de la oposición.
“Da gusto ver al pueblo unido”, afirmó Gonzalo Pose, el encargado de leer el manifiesto en nombre de la Asociación de Hostelería de A Estrada. En él, recordó el duro camino que ha seguido el sector hostelero desde el inicio de la crisis sanitaria, y en especial en los últimos meses. “No somos los culpables”, afirmó en uno de los mensajes más repetidos en la mañana de ayer. “No podemos aceptar que seamos el único sector afectado por la restricciones”, añadió al tiempo que recordó el esfuerzo de la hostelería por cumplir con todas las normas.
Gonzalo Pose, Asociación de Hosteleiros da Estrada: “No podemos aceptar que seamos el único sector afectado por la restricciones”
Lamentó en este caso que, a pesar de los recortes de horario y del cierre programado, los impuestos los siguen pagando “al cien por cien”, además de otros muchos gastos como sueldos o alquileres. “Estos gastos tan desproporcionados hacen que los ingresos sean insuficientes, abocando a la hostelería al cierre definitivo”.
Tras el manifiesto llegó el momento de recorrer las calles de la villa en un paseo enmarcado en marcha fúnebre que contrastaba con el ruido de las cacerolas que portaban algunos de los asistentes. La peregrinación terminó de nuevo en la plaza del Concello, donde se guardó un minuto de silencio por “los compañeros caídos y por los que caerán”. Desde la organización pusieron punto y final a esta manifestación agradeciendo el respaldo recibido y animando a los presentes a disfrutar de los dos últimos días de hostelería en el pueblo. Desde la organización reconocieron tras finalizar la gran respuesta recibida en jornada laboral y a una hora en la que la mayor parte de los vecinos están trabajando.
“Llevamos mucho tiempo resistiendo”
“La situación está muy negra, porque con las restricciones no bajaron impuestos ni Seguridad Social. Llevamos tiempo aguantando y resistiendo con dinero de nuestro bolsillo, pero ahora ya no nos dan ni opción. Muchos cerrarán y los que no cierren se verán hasta el cuello”, explica la responsable del Río Liñares. “Hasta ahora fuimos aguantando pero a partir de ahora está en el aire. Un mes se puede aguantar pero si es más ya no sé. De momento haremos comida y cafés para llevar”
“Con cuatro hijos la situación es complicada”
“La manifestación fue impresionante. La verdad es que no contábamos con tanta gente, Tenemos que agradecer el apoyo de todos y también del comercio”, explica uno de los organizadores de esta manifestación y responsable del Roberts Café. “La situación para nosotros es muy mala, porque, aunque no abras sigues teniendo muchos gastos. A nivel personal, mi mujer también trabaja en este sector, así que también tiene que parar. Con cuatro hijos, la situación es complicada en casa”, afirma.
“Ya cerraron algunos y detrás vendrán otros”
“No se entienden estas medidas contra nosotros cuando los contagios en la hostelería son mínimos, solo un 3,5 por ciento”, recuerda el responsable de Os Peares. Para el hostelero, los recortes de horarios supusieron un golpe muy duro para todo ellos, que derivaron en un cierre que arroja sombras sobre muchos negocios. “Yo tengo la suerte de no tener que pagar alquiler pero otros lo tienen más complicado. Ya cerraron algunos y detrás seguro que vendrán otros”, manifestó.
“Si no trabajo es imposible pagar alquiler”
Fran González es uno de los hosteleros que, a pesar de los meses que no ha podido trabajar, ha tenido que seguir pagando el alquiler de la Cafetería Nicol´s. “Pago uno de los alquileres más altos del pueblo pero si no trabajo es imposible pagar el alquiler. Mi situación desde marzo es muy complicada pero el propietario dice que la culpa no es suya”, explica al tiempo que recuerda que la hostelería se ha esforzado por cumplir todos los requisitos marcados por el gobierno desde el principio.
“Llevo 50.000 euros para mantener la empresa”
Javier Rey es el responsable de las tres cafeterías Invictus que hay en A Estrada y cuenta con una plantilla de 18 trabajadores. Casi la mitad estaban ya en ERTE total o parcial y ahora entrarán todos. Además, ha cerrado por las tardes para bajar costes “Esto no tiene traza. Ahora anuncian ayudas de 2.500 a 7.000 euros. Eso para muchos es una limosna que no nos cubre casi nada. En mi caso, desde que empezó todo esto, llevo metidos 50.000 euros de mi bolsillo para mantener la empresa.
