“La puesta en valor de los recursos del patrimonio ligados a la arqueología es un eje prioritario para nosotros”, aseguró la presidenta de la Diputación de Pontevedra en la presentación telemática del nuevo proyecto para la puesta en valor del Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) del Pazo de Liñares, que estará liderado por el CSIC a través del INCIPIT (Instituto de Ciencias del Patrimonio). Carmela Silva dio a conocer las “líneas maestras” de un convenio que convertirá el centro lalinense en “referencia” y profundizará en la cultura castreña en el primer milenio Antes de Nuestra Era (ANE), concentrando la investigación en los entornos y en el interior de los castros de Bendoiro (Lalín), Montaz (Silleda) y Landín (Cuntis).

El convenio entre con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través del cual la Diputación aportará 55.000 euros, se centrará en la prospección y excavaciones de sondeos en los tres yacimientos citados, realizando un estudio arqueometalúrgico de materiales, elaborando un plan director e impulsando actividades de comunicación, formación y difusión. La vigencia de este primer acuerdo, tal y como detalló Silva, es de un máximo de ocho meses, durante los cuales “se va a realizar un plan director que contemplará los criterios y procedimientos para planificar las actuaciones prioritarias que vamos a ejecutar en el marco de esta colaboración en las próximas anualidades”. Junto a esta actuación, el convenio incluye una caracterización detallada de la morfología de los tres castros y de su entorno, una prospección superficial y geofísica del interior y entorno de los lugares, documentación y producción de modelo 3D, estudio piloto de la metalurgia recuperada en las excavaciones realizadas en los últimos años por la Diputación, actividades científicas, formativas y divulgativas, así como un estudio arqueometalúrgico de materiales recuperados en el Castriño de Bendoiro y sondeos valorativos en Castrolandín.

El acuerdo, que surgió en una reunión mantenida entre la presidenta de la Diputación y la del CSIC, está vertebrado alrededor del patrimonio arqueológico. “Nuestro patrimonio –aseveró Silva– tiene que ser conservado porque forma parte de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que queremos ser, y también porque tiene un enorme valor para el turismo sostenible. Todos los estudios hablan de que el nuevo turismo pasa por este tipo de oferta y nosotros creemos profundamente en ella, mucho más ahora que esta pandemia pone ante nuestros ojos un cambio de paradigma centrado en la sostenibilidad y en una oferta turística diferenciada”. En este campo, la presidenta subrayó “el valor arqueológico indudable” del patrimonio de la provincia, “uno de los más potentes del Estado”, y destacó la importancia del CXCA, con un laboratorio “tan potente que solamente podía ser el CSIC el que se involucrara a través de este proyecto”. También aprovechó para reivindicar la necesidad de “recuperar lo público, porque si las administraciones no estuvieran comprometidas con la recuperación e investigación del patrimonio hoy tendríamos mucho perdido”.

Por su parte, la vicepresidenta de Relaciones Institucionales del CSIC, Rosina López-Alonso puso en valor la suma de esfuerzos interinstitucionales. “En seis meses hemos avanzado en diferentes campos, desde la biodiversidad hasta la protección de los bienes arqueológicos de la provincia”, apuntó López, que agradeció “la confianza de la Diputación en el CSIC” y mostró su “disposición a seguir trabajando”, algo en lo que incidió también el delegado en Galicia, Antonio de Ron. En cuanto a los trabajos a desarrollar, el director del INCIPIT, Felipe Criado, subrayó “el placer que supone para el CSIC contribuir a reforzar una línea de acción pionera que hace años comenzó a desarrollar la Diputación, con una investigación junto a los concellos para contribuir al desarrollo de un turismo sostenible, ajeno a la masificación y centrado en el patrimonio castreño”.

Durante la presentación por vía telemática, los representantes municipales mostraron su agradecimiento por la puesta en valor de sus respectivos yacimientos, al igual que el hecho de disponer de “buenas noticias en estos momentos complicados”. José Crespo, alcalde de Lalín, reconoció “el compromiso” de Silva con Liñares: “Usted me dijo hace un año que estaba trabajando con el CSIC para poner en valor el pazo y hoy ya es una realidad”. La concejal de Cultura de Silleda, Mónica González Conde, se congratuló de la actuación en uno de los tres castros que tiene la parroquia de Oleiros y que es “el más grande en extensión de la comarca”. Desde Cuntis, su regidor, Manuel Campos, incidió en la importancia que tiene la arqueología desde el punto de vista turístico, en su caso como complemento al termalismo.

Actuación en marcha en el Castro de Toiriz

Otra actuación relacionada con la puesta en valor del patrimonio arqueológico dezano es la que se lleva a cabo en el Castro de Toiriz, situado a las afueras del núcleo urbano de Silleda. La obra también cuenta con la implicación de la Diputación de Pontevedra, en este caso en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La actuación, que ya ha comenzado con la instalación de cartelería y vallado perimetral del yacimiento, corresponde a la empresa Patrimonio Inteligente SL y cuenta con un presupuesto de 519.864,11 euros. El proyecto está enmarcado en la primera fase del proyecto Trazas de Pontevedra, un plan de restauración y musealización de los yacimientos galaico-romanos de la provincia, impulsado en su día por el Ministerio de Fomento a través del denominado “1% cultural” por las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV).

Precisamente, el trazado ferroviario fue lo que motivó la excavación del Castriño de Bendoiro, del que surgieron miles de piezas que todavía siguen sin catalogar. El alcalde de Lalín confía en que el proyecto del CSIC sirva para recuperar todo el material y clasificarlo debidamente.