La detección de nidos de avispa asiática ( Vespa velutina) en Lalín se ha reducido cerca de un 90% en lo que va de año en comparación con el anterior. Si entonces se habían detectado 395 enjambres de la especie invasora, ahora son solo 46. El concejal de Agricultura, Avelino Souto Rozados, atribuye este drástico descenso a la campaña municipal coordinada por los apicultores David Liñares y Jorge Peña.

"Estamos empezando a recabar datos, pero una primera valoración nos permite concluir que ha sido todo un éxito, sobre todo por el número de reinas atrapadas para evitar la formación de nidos secundarios", declara el edil. Y eso que la campaña se vio condicionada desde su mismo comienzo por la pandemia de coronavirus, lo que obligó a suspender actos informativos en el rural. Pero no así el trampeo, de la mano de los dos expertos.

Fueron 400 las trampas repartidas en los distintos lugares del municipio, junto con líquido atrayente, durante tres semanas, además de mostrarles a los vecinos colaboradores un vídeo explicativo. El resultado fueron unas 4.000 reinas capturadas, pues se estima una decena de media por cada trampa instalada en la primavera. Esto se traduce en 4.000 nidos menos. "Por eso, este año está llamando mucha menos gente por nidos y tampco se alarman por ver una velutina en la fruta", apunta David Liñares González, que reconoce que la meteorología también tiene su parte de culpa en la menor presencia de la especie invasora. De un primer análisis de las trampas se desprende que hay "un porcentaje bestial" de velutina en comparación con el de avispón ( Vespa crabro).

De "éxito total" habla también Jorge Peña, a pesar de que "no pudimos hacer como teníamos pensado" debido a la irrupción del coronavirus. "De paso que se repartían las trampas, dábamos información a la gente y los resultados son muy buenos", reitera este apicultor, que pone como ejemplo la captura de unas 400 reinas de avispa asiática en Soutolongo, lo que ha hecho que, frente a la docena de nidos retirados el año pasado en esta zona, en lo que va de 2020 no hayan tenido que sacar "ni el primero". O el caso de Vilatuxe, en donde se pasó de un centenar de enjambres a solo tres en lo que va de ejercicio, "y dos de ellos eran de crabro". La presión de la velutina era tal el curso pasado que "mucha gente tenía solo los cascos de la fruta, porque se la comían toda", de modo que "ya ni se acercaban a los frutales", plagados de estos insectos.

Peña admite que erradicar la plaga será "difícil", pero entiende que "si todos los concellos trabajaran como el de Lalín se podría controlar". La evolución del número de nidos secundarios destruidos en Lalín ejemplifica la situación: 46 en lo que va de año, mientras que en los cuatro ejercicios inmediatamente anteriores habían sido 395, más de 600, 246 y 70, respectivamente. Son las cifras oficiales, en las que se incluyen las colonias retiradas por el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) y la Xunta, a través de la empresa Seaga. Pero no se computan los que destruyen los particulares por su cuenta y riesgo, que "es un porcentaje bastante elevado", según Liñares. En cualquier caso, señala que Lalín vuelve a "los números de hace cinco años".

Souto muestra su agradecimiento a los vecinos que colaboraron en una campaña que, con algunas novedades, se repetirá el año que viene. "Sin esas personas de cada aldea no sería posible llevarla a cabo. Han hecho un trabajo extraordinario", se congratula el concejal. Cabe recordar que el hallazgo de nidos debe ser comunicado al 012 o al 112.