Vila de Cruces tendrá como festivos locales el año que viene el 9 de agosto, que es el lunes posterior a las fiestas de A Piedade, y el martes de Entroido, 16 de febrero. La propuesta salió adelante con la abstención de los ediles del PP, en cuya bancada faltaban Beatriz Iglesias, Manuel Souto y José González.

La propuesta inicial del gobierno era el 9 y 10 de agosto, conscientes de que el martes posterior a las fiestas patronales apenas era respetado por nadie. Ya con el gobierno anterior del PP se probó con cambiar ese segundo festivo al 31 de agosto (San Ramón) y al martes de Entroido. Esta era la fecha que ayer defendió la socialista María del Carmen Silva y el BNG, que apuntó otras alternativas como el lunes posterior a la Festa do Galo o el lunes de Pascua, como indicaba el sondeo que pasó este partido en dos días entre 250 personas.

Precisamente ya el año pasado el BNG expuso en pleno la necesidad de pulsar la opinión de todo el vecindario. El gobierno, que se había comprometido a ello y no lo llevó a cabo, manifestó su intención de hacerlo el año que viene para fijar los festivos de 2022. La propuesta salió adelante tras aceptar la enmienda que apoyaba el martes de Carnaval.

Fue al único acuerdo a que llegó la corporación, junto al convenio de colaboración para que Cruces siga formando parte del área de transporte metropolitano de Santiago. El municipio se integra en este servicio desde el año 2013, y con este nuevo pacto continuará en vigor hasta 2025, como apuntó el edil de Cultura, Julio López.

El pleno de ayer venía motivado por la sesión fallida del pasado viernes. Hace una semana, la oposición tumbó la convocatoria al votar en contra de su urgencia. El gobierno aprendió la lección, así que el de ayer ya se había convocado desde ese viernes por la tarde y con un orden del día que buscaba lo de "a la tercera va la vencida" para tres proyectos.: la mejora de la capa de rodadura del vial entre la granja cinegética y el cruce de Vilar de Uceira; la mejora también de la capa de rodadura de dos viales en Cedelle y uno en A Contiña, en la parroquia de Larazo; y la colocación de barreras de seguridad en Loño, Carbia, y Camanzo. Ya en el pleno del 28 de septiembre la oposición rechazó estos proyectos por la falta de información sobre los mismos y por no acometer acuerdos plenarios de principios de año para intervenir en otras pistas.

Y ayer pasó casi lo mismo: solo salió adelante la mejora del vial de la granja a Uceira, y gracias al voto de calidad del alcalde (los tres ediles presentes del PP votaron en contra y tanto PSOE como Bloque se abstuvieron). La exsocia del gobierno. Carmen Silva, le espetó a Taboada que vio este proyecto "como todos los proyectos, cuando estaba encima de tu mesa". Desde el PP Jesús Otero apuntó que queda sin arreglar un tramo que está aún peor y el BNG incidió en que volvía a haber temas sin consenso previo.

Los siete ediles de la oposición rechazaron la mejora de los tres caminos de Larazo. Taboada le recordó a los populares que los vecinos pidieron su arreglo en anteriores ocasiones al gobierno de Jesús Otero. El alcalde tuvo que volver a escuchar que no atendió ni la propuesta del PP de reinvertir las bajas del Plan Concellos (172.000 euros) en las pistas de Arnego-Loño y A Zapateira-Brandariz, ni la petición del BNG de mejorar tramos por los que pasa el transporte escolar y en los que ni siquiera hay marquesinas de espera para los estudiantes. El regidor añadió que no se pavimentará en Arnego ya que los vecinos quieren hacer una captación de aguas, y no tendría sentido mejorar el firme si después hay que cortarlo para las tuberías.

También quedó en el tintero, por tercera vez, la colocación de barreras de seguridad en Loño, Carbia y Camanzo. Es otra petición que los vecinos de Reboredo ya le habían planteado al anterior gobierno. De poco sirvió que Taboada reiterase que "para mí la seguridad viaria prevalece sobre todo". Carmen Silva recalcó que es otro proyecto sin consensuar y preguntó por un informe que iba a enviarse a Naturgy, la concesionaria del pantano para colocar esas viondas en Loño. Taboada replicó que, si por la empresa fuera, podrían pasar otros 30 años hasta que colocase las barreras. Álex Fiuza le recordó al alcalde que estaba pendiente la reapertura de la pista forestal que permitiría a los vecinos de Ollares pasar al concello de Touro, ya al otro lado del Ulla.