La temporada de caza menor arrancará con escasez de perdiz por la presión de aves rapaces

Los tecores sí pudieron repoblar conejo antes y durante el estado de alarma - Por el momento, no detectan brotes de peste - Los incendios prohibirán la práctica en zonas de Rodeiro y en el límite de A Estrada con Cuntis

Cazadores en San Xurxo de Vea, en A Estrada, al inicio de la temporada del año pasado.

Cazadores en San Xurxo de Vea, en A Estrada, al inicio de la temporada del año pasado. / // Bernabé/Cris M.V.

Lalín

Desde este domingo, día 18, y hasta el de enero estará abierta la temporada de caza menor. En líneas generales, las perspectivas en cuanto a población de conejo son buenas, aunque el estado de alarma, cómo no, también afectó a los calendarios de siembra de las sociedades cinegéticas. Hubo que esperar a abril para disponer de las autorizaciones que permitiesen recoger los conejos en criaderos y poder distribuirlos en parques y en sus nuevos asentamientos. Fue lo que ocurrió, por ejemplo, en la Sociedade de Caza, Pesca e Tiro de Silleda, en la de Rodeiro o en la de Vila de Cruces. Dozón, por su parte, ya había acometido las siembras en febrero, soltando "200 ejemplares de perdiz", a las que se sumarían en agosto otras 300, repartidas entre Pena de Francia, O Sisto y la zona de Amear, San Martiño y Rebordecovo. Para que tengan alimento, e hicieron desbroces en cuatro enclaves, sobre los que se sembrará cereal.

La búsqueda de alimento es una de las dificultades para la supervivencia de la perdiz, junto a la proliferación de uno de sus depredadores, las águilas, en Cerdedo. El presidente de la Sociedade de Caza, Javier Santos, explica que les queda la opción de darles comida en pistas y en las zonas donde se soltaron, puesto que antaño sembraron parcelas con cereal que al final sirvió de alimento para vacas y caballos. Santos, sobre la presión de las aves rapaces, apela a la búsqueda de un equilibrio entre las especies. "Si en una zona con dos parejas de azores se suelta otro par, al final la caza menor acabará desapareciendo", explica, y añade que la naturaleza ya se rige por si misma cuando los azores, por falta de alimento, dejan de poner huevos para no aumentar esa presión.

Sin salir de Cerdedo, la repoblación de conejos fue mediante la instalación de 20 miniparques en zonas donde ya había madrigueras. Los conejos fueron adaptándose poco a poco a salir a su nuevo entorno, siempre con el parque como zona de refugio. Santos, en su momento, intentó vedar la caza menor en todo el coto para permitir la recuperación de especies, y porque hay zonas donde es muy difícil la repoblación, pero la medida no se respaldó en asamblea.

La veda, o el cambio de zonas vedadas, permite muchas veces que el conejo autóctono se consolide y pueda procrear, al estar sin contacto con conejo de criadero que puede contagiarle enfermedades. Por el momento, los cazadores de las comarcas no detectan brotes de peste. "No tenemos una barbaridad de ejemplares, pero está bastante repartido", apunta David García, presidente del Tecor Farelo, en Agolada. En este caso, se optó por hacer siembras de ejemplares autóctonos y en distintas tandas. Este año, el tecor también centró sus esfuerzos en hacer quemas controladas (seis, frente a las doce que tenían previstas), Los desbroces tendrán que esperar a principios de año y mejor antes de primavera, para no afectar a la época de cría de los animales.

El faisán es otra de las especies que podrá cazarse a partir del domingo. Hubo siembras en los terrenos del colectivo cinegético de Silleda, tras unos dos años en los que no se repobló, y también por parte de la Sociedad Deportiva Río Ulla, de A Estrada. Su presidente, Manuel Sanmartín, también apunta esa escasez de ejemplares de perdiz. Por norma, como indican desde la sociedad de caza de Silleda, más de la mitad o casi incluso los dos tercios de cada siembra de perdiz no suelen sobrevivir.

Furtivismo

La caza menor también tiene otro muro con el que luchar: el abandono del monte. El conocido como 'monte viejo' es una guarida ideal para otro de sus depredadores, el jabalí, y candidato año tras año a ser pasto de las llamas. Este año los numerosos incendios de Riobó, en Rodeiro, vedaron la caza en esta zona, así como en el limite de A Estrada con Cuntis. Dozón ya tiene la autorización de la Xunta para volver a cazar en el límite con Piñor, donde ardió hace menos de 3 años pero muestra una regeneración importante. La sociedad de caza de Cerdedo está pendiente de permiso respecto a la zona de Cavadosa.

El furtivismo, por último, es el gran problema que tiene otra especie de caza menor, la liebre autóctona. Es cierto que en terrenos como los que gestiona el Tecor Farelo, en Agolada, "va a menos, en comparación con otros años", como indica David García. En el caso de Cerdedo, la liebre está vedada desde hace seis años. "A la altura del parque eólico, donde más animales se movían, solían matarlos por la noche", relata Javier Santos. El Seprona se encarga de vigilar estos delitos, para los que están tipificadas multas de entre 600 y 30.000 euros, según su gravedad. El año pasado, este servicio localizó a tres furtivos en una zona libre de Zobra.

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