El Camiño da Geira e dos Arrieiros deja entrever su gran potencial como dinamizador de Tabeirós-Montes y de su hostelería. Y lo hace pese al Covid-19, que lo frenó en seco en marzo. Meses después, tras arrancar tímidamente entre junio y julio, este Camino a Santiago vuelve a reactivar la hostelería de la comarca, que registra nuevos llenos.
Así ocurrió este domingo en Soutelo de Montes, donde pernoctaron tres grupos diferentes de peregrinos lusos que recorrían el trazado en bicicleta. La oferta de alojamiento del Hotel Restaurante San Roque de Soutelo de Montes fue insuficiente. Solo pudo acoger a 17, según Belén Iglesias. Otro grupo hizo noche en otro establecimiento hostelero local.
Es una muestra de lo que este año pudo haber sido y no fue por el Covid: "el Camino se iba a notar mucho. Ya en enero había reservas de alojamiento para prácticamente todos los fines de semana hastaoctubre", explica Iglesias. Algunos fines de semana -sobre todo cuando había eventos en el circuito de A Madalena- las plazas de alojamiento hubieran resultado insuficientes. Y se hubieran derivado peregrinos a Forcarei, como ya se hizo en agosto.
Igual que en Codeseda se derivó a algunos a A Estrada. El colectivo que impulsó el reconocimiento del Camiño da Geira ante la Iglesia, Codeseda Viva, preveía "un año histórico" con 2.500 peregrinos, según Carlos da Barreira. Esperaban refrendar el creciente tirón de este camino, que sumó 114 peregrinos en 2017; 221 en 2018; y 862 en 2019. La pandemia truncó esas expectativas pero el Camiño da Geira vuelve ahora a funcionar llenando locales como el San Roque o el Café Caminho da Geira que regenta Mari Carmen Gaspar en Codeseda y donde ayer los peregrinos volvieron a reponer fuerzas para encarar su última etapa del Camiño.
