La pandemia sanitaria frenó prácticamente en seco todas las actividades económicas, salvo la de la alimentación, sanitaria y de comunicación. Pero, por curioso que parezca, hubo un sector, el inmobiliario, que también pudo sobrellevar los efectos del confinamiento. Según los datos trimestrales de Fomento, entre abril y junio, es decir, en pleno confinamiento y en la desescalada hacia el fin del estado de alarma, se vendieron en las comarcas 71 viviendas. La cifra solo desciende en 8 respecto al periodo entre enero y marzo, pero es que además supera en casi una veintena a las 52 ventas que se constataron también en el segundo trimestre del año pasado.

De esas 71 ventas, buena parte pertenecen a la cabecera comarcal, Lalín, con 54 transacciones. Hubo otras 3 en Vila de Cruces y 2 en Silleda. A estas 59 operaciones en Deza se suman 12 en Tabeirós-Terra de Montes: 7 en A Estrada, 2 en Forcarei y 3 en Cerdedo-Cotobade. Las estadísticas de Fomento permiten analizar estas ventas según dos criterios: si la vivienda es libre o protegida, por un lado, o si se trata de un hogar a estrenar o de segunda mano, por otro. Pues bien, si hablamos de vivienda protegida, tan solo hubo una transacción, en A Estrada, de modo que las 70 restantes fueron de vivienda libre.

Recordemos que la vivienda protegida debe cumplir con unas condiciones de dimensiones y precios máximos: a cambio el promotor obtiene una ayuda de la administración y deben usarlas como residencia habitual familias con ingresos inferiores a una cantidad determinada. Ya en el trimestre anterior, la proporción había sido similar: 3 viviendas protegidas frente a 76 libres. Y en 2019, más de lo mismo: 47 viviendas adaptadas al precio del mercado u 5 de protección oficial.

Y si se impone con holgura la vivienda libre frente a la protegida, la de segunda mano también le tiene la batalla (casi la guerra) ganada a la vivienda a estrenar. Durante el confinamiento y en las semanas posteriores, de eses 71 ventas en las comarcas, 62 corresponden a hogares ya usados, frente a las 9 restantes aún por estrenar. Esas 62 viviendas de segunda mano se reparten de la siguiente manera: 45 se localizan en Lalín, así como las 3 citadas de Vila de Cruces y las 2 de Silleda. También son de segunda mano todas las de A Estrada, las dos de Forcarei y las 3 de Cerdedo. De este modo, solo se vendieron a estrenar 9 viviendas en la cabecera comarcal, Lalín.

El escenario para la vivienda nueva había sido similar durante el primer trimestre del año: entre enero y marzo: se vendieron ocho hogares a estrenar en toda la zona, todos ellos también en la cabecera lalinense. Si echamos la vista atrás, en el segundo trimestre de 2019, de esas 52 ventas totales, solo una fue de un inmueble nuevo.

Las razones para no adquirir una vivienda nueva están, como casi todo a día de hoy, motivadas por la consecuencia de la pandemia sanitaria: la incertidumbre acerca de cómo será el futuro a nivel laboral y qué necesidades habrá que cubrir desanima a la hora de meterse a una hipoteca para hacer frente a la compra. También es cierto que, gracias al coronavirus, aumentó, y mucho, el interés por viviendas en el rural que puedan servir como plan b si vuelve a haber un nuevo confinamiento.

El precio solo sube en la zona de A Estrada

Puede que el mercado de la vivienda soportase el envite del coronavirus, pero a los propietarios con urgencia por vender no les quedó otra que reajustar los precios. El portal de la inmobiliaria Idealista ofrece informes mensuales de los precios de la vivienda en venta de A Estrada, Lalín y Silleda. En el caso de A Estrada, el precio medio en abril estaba en los 778 euros/m2, en mayo cayo a los 738 pero en junio volvió a subir a los 748 euros por metro. Los datos más recientes que maneja Idealista corresponden a agosto, y no son mucho mejores: la vivienda en A Estrada se cotiza a 717 euros/m2.

En Lalín, el trimestre del confinamiento tuvo unos precios medios de 708 euros por metro en abril, 692 en mayo y 611 en junio. Son los más bajos desde septiembre del año pasado, y lejos del pico de 802 euros/m2 que se alcanzó en octubre de 2019. El dato más reciente, como decíamos, es de agosto: en pleno verano, la vivienda en Lalín estaba a un promedio de 644 euros por metro.

En cuanto a Silleda, si en abril sus casas estaban a 744 euros/m2, en mayo subieron a los 751, pero la caída vino después, al colocarse en los 702 euros por metro en junio. En agosto, el precio es un poco mejor, con 709 euros por metro cuadrado de media.