El fallecimiento de Viberto Quinteiro Pérez ha llenado de consternación a la numerosa comunidad venezolana de A Estrada. Algunos de sus integrantes le conocían bien y saben que era una persona que, ciertamente, merecía la pena. De hecho, la presidenta de la Asociación Comarcal Hermandad Venezolana de A Estrada, Mari Carmen Barros, afirma con rotundidad que era "una muy buena persona", caracterizada por ser "muy amigo de sus amigos, colaborador, buen padre, buen hijo" y "trabajador, muy trabajador".

También ella sabía de su sueño de trasladarse a vivir a España. Y también ella lamenta ahora la tristeza inmensa que asola a los padres del fallecido, a los que aprecia mucho.

La presidenta de los venezolanos en A Estrada lamenta profundamente que la "inseguridad galopante" que asola al país caribeño y atlántico haya truncando los sueños de Viberto Quinteiro Pérez de vivir feliz con su familia en Galicia, sin el Oceáno Atlántico separándole de sus padres. "La reflexión que cabe hacer", explica Mari Carmen Barros, "es que Venezuela no funciona": "la gente está sobreviviendo a la inseguridad, a la falta de alimentación", a la precariedad en materia de Seguridad Social". Y en esas circunstancias, el contraalmirante Viberto Quinteiro Pérez ha perdido la vida.